Sin leche para niños de Sancti Spíritus: régimen reconoce escasez total
Las autoridades señalan que no tienen capacidad para garantizar un suministro estable, y que no pueden ofrecer alternativas
La provincia de Sancti Spíritus enfrenta una escasez total de leche en polvo, afectando directamente a los menores de siete años que dependen del producto para su alimentación básica. La situación fue confirmada por autoridades locales, quienes aseguraron que “no hay alternativas” a la falta del alimento infantil, distribuido tradicionalmente a través del sistema de racionamiento.
Alberto Cañizares Rodríguez, director de la empresa láctea estatal Río Zaza, siguió el protocolo y responsabilizó de todo al “bloqueo económico de Estados Unidos”, asegurando que esta medida, la cual no afecta la compra de autos de lujo y otros artículos destinados a tiendas en dólares, imposibilita el poder acceder a financiamiento internacional para la compra de leche.
Según Cañizares, el Estado cubano actualmente no tiene capacidad para garantizar un suministro estable.
El Estado reconoce que no ofrecerá sustituto
Cañizares también admitió que no existe ninguna alternativa médicamente comprobada para sustituir la leche en polvo en Sancti Spíritus, por lo que, ante la falta del producto, simplemente “no se entregará nada”.
A diferencia de otras provincias que en el pasado vendieron mezclas para chocolate como medida de emergencia, en Sancti Spíritus ni siquiera esa opción está disponible.
Leche fluida solo para casos especiales
Pese al inicio de la primavera, las autoridades indicaron que la producción de leche fluida sigue siendo insuficiente para abastecer las bodegas locales. La poca leche que se produzca será destinada exclusivamente a niños en provincias productoras y a personas con dietas médicas especiales.
Hay leche en polvo… pero en dólares
Mientras tanto, en el supermercado de 3ra y 70, en Miramar (La Habana), se comercializa leche en polvo reenvasada a 8,75 dólares por kilogramo. La existencia de este producto en el mercado en divisas ha generado indignación en redes sociales, con usuarios cuestionando su procedencia y señalando la posibilidad de que provenga de donaciones internacionales que luego se revenden.
El precio del producto supera el salario mínimo mensual en Cuba, lo que lo vuelve inaccesible para la mayoría de las familias. Este tipo de prácticas ha intensificado las críticas a la dolarización de la economía, dejando en evidencia la desigualdad entre quienes tienen acceso a divisas y aquellos que no.
