Ante el rebrote de COVID-19, las autoridades de Cuba suspendieron las clases en barrios del municipio de Trinidad en Sancti Spíritus, así como implementaron medidas para restringir la movilidad de la población.
Maira Fundora Liriano, directora de Educación en Trinidad, informó que se han reforzado las medidas higiénico-sanitarias en todos los centros escolares, al tiempo que se suspendieron las actividades en el círculo infantil Sueños Marinos, en el asentamiento costero de Casilda, además de la docencia para el tercer año de servicios gastronómicos del Instituto Politécnico José Mendoza y las prácticas pre-profesionales de estos alumnos.
De acuerdo con el periódico oficial Escambray, se encuentran en vigilancia 11 niños y la maestra del grado prescolar de la escuela primaria Pablo Pérez Cabrera, de Manaca Iznaga.
En esa misma condición se incluyen dos menores residentes en el Crucero Bandomo, ubicado a la entrada de la comunidad FNTA, por ser contactos del hijo de uno de los casos positivos vinculados al brote en el hotel VillageCostasur.
Coronavirus en el Hotel Village Costasur
Hasta el sábado, dos vacacionistas y tres trabajadores del Village Costasur se reportaban como portadores del SARS-CoV-2, después de que dos ciudadanos residentes en Ciego de Ávila, positivos al nuevo coronavirus, disfrutaran de la instalación a finales de agosto.
Desde el comienzo de la pandemia las autoridades cubanas han afirmado que la Isla es un lugar seguro para los turistas. Cuando abrió sus instalaciones para el turismo nacional aseguró que estaban listas para cumplir con todos los protocolos y así evitar la propagación de la enfermedad.
En el caso de la transportación en Trinidad, Deivi Díaz Gutiérrez, director municipal de Transporte, explicó que se suspendieron los viajes desde y hacia la cabecera provincial, así como desde la ciudad de Trinidad hasta y desde las comunidades rurales.
Las autoridades eliminaron además los puntos de embarque y prohibió el transporte hacia las playas en todo tipo de vehículo.
