ESTADOS UNIDOS

Tiroteo en centro de detención de ICE en Dallas deja un muerto y 2 heridos

El presidente republicano Donald Trump acusó a la “izquierda radical”, aunque el tirador era blanco y las únicas víctimas inmigrantes

Un inmigrante murió y otros dos permanecen en estado crítico tras un tiroteo contra un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas, Texas, ocurrido la mañana del miércoles.

El sospechoso, identificado como Joshua Jahn, de 29 años, se quitó la vida después de abrir fuego contra el edificio desde una instalación gubernamental adyacente, informaron autoridades federales.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) confirmó que el atacante disparó de manera indiscriminada hacia el inmueble y hacia una camioneta en la entrada, donde se encontraban las víctimas.

Aunque en un inicio se reportaron dos muertes, la agencia rectificó horas más tarde que solo un detenido había perdido la vida hasta el momento. Ningún agente de ICE ni policías locales resultaron heridos.

De acuerdo con la fiscal federal en funciones Nancy Larson, Jahn dejó varias notas en las que expresaba odio contra los agentes migratorios, a quienes acusaba de “trabajar a cambio de un cheque sucio”.

Los documentos incluían detalles sobre la planificación del ataque y puntos de interés dentro de la instalación.

“No parece haber tenido intenciones de atacar a los detenidos”, añadió Larson. Sin embargo, las únicas víctimas fueron inmigrantes bajo custodia.

 

El FBI informó que en la escena fueron recuperados al menos cinco casquillos de bala, uno de ellos con la inscripción “ANTI-ICE” en tinta azul.

Las autoridades creen que el atacante actuó en solitario y que había estado vigilando a los agentes mediante aplicaciones móviles.

El presidente Donald Trump reaccionó en su red Truth Social acusando a la “izquierda radical” de fomentar violencia contra ICE.

“Esto es despreciable. Los valientes hombres y mujeres de ICE solo intentan hacer su trabajo y ahora enfrentan ataques sin precedentes”, escribió.

El vicepresidente JD Vance también vinculó el hecho con una “ola de amenazas contra las fuerzas del orden”.

La policía de Dallas recibió la primera alerta a las 6:40 a.m. y desplegó un operativo de seguridad en la zona. El DHS reiteró que la investigación continúa abierta para esclarecer los motivos del ataque y descartar la participación de otros implicados.

 

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