Trump aumenta la presión: no descarta incautar más buques a Venezuela
El cargamento incautado representa alrededor del 5 % de las importaciones mensuales de bienes esenciales de Venezuela
El gobierno de los Estados Unidos dio un paso más en su ofensiva contra el régimen de Nicolás Maduro al incautar un buque cargado con crudo venezolano en una operación conjunta del FBI, la Guardia Costera y las investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), apoyados por el Departamento de Guerra.
Esta acción, que apunta a desestabilizar financieramente al gobierno venezolano, busca frenar el tráfico de petróleo sancionado, una fuente clave de ingresos para el régimen de Caracas.
El cargamento, valorado en 80 millones de dólares, representa alrededor del 5% de las importaciones mensuales de bienes esenciales de Venezuela, lo que amplifica el impacto de la medida.
Este golpe afecta más profundamente al chavismo que las anteriores incautaciones relacionadas con el narcotráfico, dado que el petróleo es la columna vertebral de la economía venezolana, generando más del 90 % de los ingresos por exportaciones del país.
Presión sobre Maduro
La Casa Blanca ha confirmado que se quedará con el crudo transportado por el buque Skipper, un barco previamente sancionado por mover petróleo iraní, mientras los investigadores interrogan a la tripulación bajo orden judicial.
Esta medida se suma a una serie de sanciones y acciones militares crecientes que incluyen ataques a embarcaciones vinculadas al narcotráfico y despliegues militares en el Caribe.
En días anteriores, el presidente Donald J. Trump, con su estilo característico, afirmó que “los días de Maduro están contados” y no descartó una invasión terrestre si el régimen de Maduro persiste en su desafío.
De igual manera, según el medio France 24, el mandatario estadounidense no descarta la posibilidad de que se realicen otras operaciones similares para incautar otros buques petroleros.
El impacto en Venezuela y Cuba
Además del golpe a las finanzas de Maduro, esta operación también afecta a Cuba, un aliado clave del régimen venezolano. Según el portal Axios, el petrolero incautado se dirigía a la Isla como parte de una red ilegal que abastece a Cuba con crudo venezolano e iraní.
La Habana, según fuentes citadas por el medio, revende este petróleo en el mercado negro internacional, con implicaciones que involucran a familiares de Raúl Castro.
Para EEUU, este es un “doble golpe”: por un lado, golpea las finanzas de Maduro, y por otro, afecta los intereses del aparato cubano que lo respalda. Como resultado, el Departamento del Tesoro de EEUU ha impuesto sanciones a más de una docena de operadores y empresas, incluidos familiares de Cilia Flores, la esposa de Maduro.



