ESTADOS UNIDOS

Trump declara al fentanilo como “arma de destrucción masiva”

La orden ejecutiva instruye a varias agencias a utilizar todos sus recursos para frenar las operaciones de narcotráfico

El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, firmó el lunes 15 de diciembre una orden ejecutiva que califica al fentanilo y sus precursores químicos como armas de destrucción masiva, marcando un giro drástico en la estrategia de la Casa Blanca frente a la crisis de las sobredosis en el país.

Esta medida, la más severa adoptada hasta la fecha en la administración Trump, tiene como objetivo intensificar los esfuerzos contra el narcotráfico y la proliferación de opioides sintéticos.

La orden ejecutiva instruye a los departamentos de Justicia, Estado, Tesoro, Guerra y Seguridad Nacional de Estados Unidos a utilizar todos los recursos disponibles para frenar las operaciones de los carteles de drogas, así como sus redes financieras y rutas de contrabando internacionales.

Según lo estipulado en el documento, el fentanilo se considera una “amenaza química letal” que ha causado más muertes que muchas guerras en el mundo.

El fentanilo, un arma química letal

La administración Trump describe al fentanilo como un “instrumento de terror y muerte masiva”, asemejándolo más a un arma química que a una simple droga ilícita.

La Casa Blanca enfatizó que con tan solo dos miligramos de la sustancia, equivalentes a unos pocos granos de sal, se puede provocar una sobredosis fatal. En un comunicado oficial, se subrayó que las redes criminales internacionales están utilizando esta sustancia para causar daños masivos en Estados Unidos.

Como parte de la estrategia, la orden ejecutiva promueve el endurecimiento de las penas por producción y contrabando de opioides sintéticos, y refuerza la cooperación internacional en inteligencia.

Adicionalmente, la medida otorga al Fiscal General la capacidad de presentar cargos penales más severos y de imponer sanciones financieras a bancos y activos vinculados al tráfico de fentanilo.

Impacto en América Latina y las relaciones internacionales

Trump responsabilizó directamente a los gobiernos de México, China y Canadá de no controlar el flujo de precursores químicos hacia Estados Unidos, y les acusó de permitir la entrada masiva de esta droga.

Tomando eso en cuenta, la Casa Blanca asegura que las políticas antidroga de estos países no están siendo eficaces, lo que aumenta la amenaza que representa el fentanilo para la población estadounidense.

La orden ejecutiva también incluye una revisión de los protocolos de respuesta ante incidentes químicos, que ahora deberán incorporar al fentanilo como una de las amenazas más prioritarias. Además, el Departamento de Seguridad Nacional se encargará de rastrear las redes de contrabando transnacional que emplean métodos de distribución similares a los utilizados para la proliferación de armas no convencionales.

Por último, Trump también destacó que su gobierno “no descartará acciones militares” para acabar con las redes responsables del tráfico de fentanilo.

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