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Trump ordena cambio del Departamento de Defensa a “Departamento de Guerra”

Decidió solo volver al nombre de la Segunda Guerra Mundial, pero con mayoría republicana no habría oposición

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este viernes una orden ejecutiva renombrar el Departamento de Defensa como “Departamento de Guerra”, su antigua denominación.

La medida restablece la denominación que la instancia tuvo por última vez en la década de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, y, según el texto, al que tuvo acceso la cadena británica BBC, el objetivo es “proyectar fuerza y determinación”.

La medida, confirmada por un funcionario de la Casa Blanca, busca dejar la marca personal de Trump en la estructura militar más grande del gobierno.

La orden permitirá que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, así como los altos cargos del Pentágono, utilicen en documentos oficiales y comunicaciones títulos como “secretario de Guerra” o “subsecretario de Guerra”.

Además, se instruirá a Hegseth a preparar propuestas legislativas y administrativas que hagan permanente el cambio.

Desde su regreso a la presidencia en enero, Trump impulsó un programa de cambios simbólicos en instituciones y espacios públicos, desde el intento de rebautizar el Golfo de México hasta la restauración de nombres en bases militares que habían sido modificados tras las protestas contra el racismo.

Su prioridad parece ser imponer gestos políticos cargados de ideología, principalmente glorificación del aspecto bélico de EEUU y supremacismo blanco, antes que atender las múltiples crisis internas que enfrenta el país.

 

Aunque el Congreso debe aprobar este tipo de modificaciones, la escasa mayoría republicana en ambas cámaras y la complacencia de sus líderes hacen improbable cualquier oposición seria.

Así, el capricho presidencial avanza con costos millonarios que recaerán en los contribuyentes, pues habría que sustituir membretes, señalizaciones y documentación en instalaciones militares de todo el mundo.

Diversos críticos han señalado que este plan no solo es un gasto innecesario, sino también una distracción para el Pentágono en un contexto de tensiones internacionales.

Pese a ello, Hegseth defendió la decisión al asegurar que “no es solo una cuestión de palabras, sino del espíritu guerrero”, una declaración que refuerza la visión belicista del actual gobierno.

Cabe recordar que el Departamento de Defensa llevó el nombre de Departamento de Guerra hasta 1949, cuando el Congreso decidió reorganizar las fuerzas armadas tras la Segunda Guerra Mundial.

Con esta maniobra, Trump no hace más que retroceder más de siete décadas para recuperar un término que refuerza su retórica agresiva y que pone en evidencia la naturaleza militarista de su administración.

 

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