Trump reitera promesa de cheques de aranceles: llegarán “en algún momento”
El mandatario prometió 2,000 dólares a los más de 150 millones de ciudadanos con ingresos medios o bajos, pero no sabe cuándo los dará
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reavivó la polémica con su promesa de entregar un cheque de 2,000 dólares por persona a sus ciudadanos, con fondos provenientes de los ingresos generados por sus aranceles, sin embargo, no pudo dar una fecha para la entrega.
El mandatario no ha dado una fecha concreta para ese pago, generó escepticismo entre economistas y críticos al declarar de forma vaga que los entregará “en algún momento”.
Trump defendió su propuesta durante un discurso en el Air Force One, asegurando que esos 2,000 dólares no serían “dinero inventado”, sino recursos reales “provenientes de otros países”.
Según él, su política de aranceles permite recaudar fondos de importadores extranjeros, lo que le da margen para repartir ese dinero entre los ciudadanos estadounidenses.
El anuncio se produce en un momento complicado: la administración enfrenta cuestionamientos legales sobre su autoridad para imponer aranceles bajo supuestos poderes de emergencia, y al mismo tiempo hay resistencia política para respaldar un nuevo programa de gasto en medio de una crisis fiscal.
Desde la Casa Blanca, la secretaria de prensa Karoline Leavitt afirmó que Trump “está comprometido” con la idea y que su equipo estudia “todas las opciones legales”, pero no ofreció plazos ni un plan claro de implementación.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, bajó el tono: indicó que los beneficios podrían presentarse no necesariamente como cheques, sino por medio de “recortes fiscales o deducciones”, y agregó que aún no hay una propuesta formal lista para presentarse en el Senado.
Las cifras plantean serios cuestionamientos. Aunque el gobierno ha recaudado una cifra récord en aranceles, aproximadamente 195 mil millones de dólares durante el último año fiscal, ese monto no alcanza para cubrir un pago de 2,000 dólares a los cerca de 150 millones de adultos de bajos y medios ingresos sin comprometer el déficit, según estimaciones de medios especializados.
Economistas advierten que la magnitud de un programa así podría aumentar significativamente el déficit y generar presiones inflacionarias, algo que ya se ha visto con los estímulos pasados.
Para justificar su promesa, la administración ha mencionado que proyecta ingresos por aranceles de hasta tres billones de dólares en la próxima década, una estimación optimista que muchos analistas consideran poco realista y jurídicamente riesgosa.
El plan de Trump también ha generado críticas internacionales. La Comisión Europea ha cuestionado los aranceles como “un paso en la dirección equivocada” que “da alas a la inflación” en EEUU.
Otros países han advertido que las tarifas proteccionistas pueden tener efectos adversos en las cadenas globales de suministro y elevar los costos para consumidores y empresas por igual.
Críticas a los aranceles en EEUU
En EEUU, los aranceles ya han comenzado a afectar a empresas de diversos tamaños. Pequeñas empresas reportan que el costo de insumos importados ha subido, lo que obliga a subir precios o reducir márgenes.
Además, el aumento de los precios al productor sugiere que las firmas están trasladando el impacto de las tarifas al consumidor.
La inflación también ha mostrado un repunte. Según informes recientes, los precios al consumo han crecido, en parte impulsados por los aumentos en bienes importados.
Además, el proteccionismo ha provocado tensión entre países aliados. En particular, Trump impuso un arancel del 25 % sobre vehículos ligeros importados y componentes, lo que ha afectado a fabricantes como Ford, General Motors y automotrices europeas.
Estas medidas han sido señaladas por analistas como una estrategia que puede dar un golpe a las propias empresas estadounidenses y elevar el costo de bienes clave para los consumidores.
Al mismo tiempo, la ambigüedad sobre su programa asistencial ha generado críticas políticas: mientras Trump promete dinero por aranceles, su gobierno ha eliminado programas de cupones de alimentos, lo que para muchos muestra una contradicción entre su discurso social y sus políticas reales.
La promesa de Trump de pagar 2,000 dólares usando ingresos por aranceles es la combinación de una política arancelaria agresiva, el riesgo inflacionario y la incertidumbre legal y financiera, que debilita la credibilidad de una propuesta que para algunos suena más a promesa electoral que a política pública viable.
.@POTUS on his tariffs dividend proposal: “When I pay people $2,000 each for low- and moderate-income and middle-income people — everybody but the rich will get this — that’s not made up. That’s real money. That comes from other countries.” pic.twitter.com/3mb7icsKhq
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) November 15, 2025



