Venezuela mantiene vuelos de deportación desde EEUU pese a cierre aéreo
Los vuelos de repatriación seguirán operando dos veces por semana, en respuesta a una solicitud formal
El gobierno venezolano ha confirmado que continuará recibiendo vuelos de deportación enviados por Estados Unidos, a pesar de las declaraciones previas del presidente Donald J. Trump, quien había anunciado el cierre del espacio aéreo del país sudamericano.
Según la administración de Nicolás Maduro, los vuelos de repatriación seguirán operando dos veces por semana, en respuesta a una solicitud formal realizada por el gobierno de EEUU.
La noticia fue revelada después de que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela informara sobre la aprobación de una nueva solicitud de sobrevuelo y aterrizaje de la aerolínea estadounidense Eastern Airlines en el aeropuerto de Maiquetía.
La confirmación de la continuidad de estos vuelos contradice una declaración anterior hecha por el régimen de Maduro, que había asegurado que Washington había suspendido unilateralmente los vuelos de deportación.
Este acuerdo migratorio, vigente desde hace varios años, ha permitido que más de 13.000 venezolanos sean deportados desde Estados Unidos en lo que va de 2025. Los vuelos son operados por aviones contratados por el gobierno estadounidense o por la aerolínea estatal venezolana Conviasa.
A pesar de las tensiones bilaterales derivadas de las declaraciones de Trump sobre la situación en el Caribe, y de la Operación Southern Spear, una ofensiva de EEUU contra redes de narcotráfico en la región, Caracas ha decidido mantener este canal de repatriación abierto.
La administración de Maduro parece querer preservar ciertos lazos con Washington, buscando evitar sanciones adicionales mientras continúa con su estrategia de aislamiento internacional.
Desde 2022, la Casa Blanca ha presionado a Venezuela para que acepte el retorno de sus ciudadanos deportados, luego de varios años en que Caracas se negó a recibirlos.
En las últimas semanas, Trump ha intensificado su discurso sobre la política de deportaciones y la lucha contra el narcotráfico, áreas en las que acusa al régimen de Maduro de estar vinculado con estructuras criminales.
La decisión de mantener los vuelos de deportación podría ser interpretada como una táctica del gobierno venezolano para evitar represalias y sanciones adicionales, a pesar de la retórica hostil que persiste entre ambos gobiernos.
La continuación de los vuelos de repatriación, aunque contradictoria a las declaraciones de Trump sobre el cierre del espacio aéreo venezolano, refleja la necesidad de ambos países de gestionar cuestiones migratorias y otros aspectos en sus relaciones.
Los vuelos representan uno de los pocos canales de comunicación efectivos entre Caracas y Washington, aunque estén envueltos en una compleja dinámica de poder político y diplomático.



