Vuelven a Cuba más de 200 médicos cubanos de misión en Venezuela
En medio de la tensión del país sudamericano con EEUU y la lenta invasión de su espacio marítimo, el régimen de Cuba replegó sus trabajadores
Un total de 220 colaboradores cubanos de la salud regresaron este viernes a la Isla procedentes de Venezuela, en un vuelo de la aerolínea estatal Conviasa que aterrizó en el Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez, en Varadero.
Aunque el gobierno cubano presentó el arribo como parte de una rotación habitual del personal en misión, la falta de información detallada ha reavivado interrogantes sobre la situación real de los miles de profesionales que permanecen desplegados en ese país sudamericano.
La terminal aérea confirmó la llegada a través de un breve mensaje en redes sociales, en el que se limitó a dar la bienvenida al grupo de médicos que “regresan a la Patria”, sin ofrecer precisiones sobre las condiciones del retorno.
En una línea similar, la Brigada Médica Cubana en Venezuela informó que se realizó un acto de despedida para quienes concluían su misión o salían de vacaciones, encabezado por el doctor Duniel López Góngora, donde se reconoció a los participantes bajo el lema oficial de “Misión cumplida”.
Sin embargo, los comunicados institucionales omitieron cualquier referencia al contexto político y de seguridad que atraviesa Venezuela.
En las últimas semanas, la región ha experimentado un aumento de las tensiones tras el despliegue de buques de guerra estadounidenses frente a las costas venezolanas y las advertencias de posibles acciones contra el régimen de Nicolás Maduro.
A pesar de este escenario, La Habana no ha informado si el retorno de los 220 médicos forma parte de un plan más amplio de repliegue o de medidas preventivas para proteger a su personal.
Según estimaciones citadas por medios independientes y organizaciones diplomáticas, entre 10.000 y 20.000 cubanos continúan trabajando en Venezuela en misiones médicas, educativas y técnicas, aunque algunas fuentes elevan la cifra a más de 25.000 al incluir personal vinculado a labores de asesoría, logística y seguridad.
El gobierno cubano, no obstante, evita publicar datos oficiales y mantiene en reserva los términos de los acuerdos bilaterales firmados con el chavismo desde el año 2000.
Este hermetismo contrasta con las reiteradas denuncias internacionales sobre esclavismo moderno, señalando que los profesionales reciben solo una fracción de los salarios que pagan los países receptores, mientras el Estado cubano retiene la mayor parte de los ingresos.
Acto emotivo presidido por el Dr. Duniel López Góngora para colaboradores que parten de vacaciones y otros que culminan su misión en Venezuela.
👏 Se reconoció a los colaboradores destacados por su entrega y humanismo.
¡Misión cumplida! Su legado queda en Venezuela.#Cuba pic.twitter.com/7UR3G2TcqR
— Brigada Médica Cubana en Venezuela (@cubacooperaven) December 12, 2025
A ello se suman restricciones a la libertad de movimiento, vigilancia constante y amenazas de represalias contra quienes abandonan las misiones. Diversos reportes también han cuestionado la preparación de parte del personal enviado al exterior.
En países de América Latina, África y el Caribe se han registrado quejas sobre médicos y técnicos con formación insuficiente para las tareas asignadas, lo que ha generado tensiones con autoridades locales y puesto en entredicho la calidad de los servicios prestados.
Pese a estas críticas, el régimen cubano continúa presentando las misiones como un ejemplo de “solidaridad internacionalista”, al tiempo que dependen de ellas como una de sus principales fuentes de divisas.
En ese contexto, el regreso de los 220 médicos desde Venezuela adquiere un significado que va más allá de una simple rotación administrativa.
Para analistas citados por medios independientes, estos vuelos podrían indicar un repliegue gradual ante la incertidumbre política venezolana, aunque la ausencia de explicaciones oficiales impide confirmarlo.
Mientras tanto, crece la preocupación por la seguridad y el futuro de los miles de cubanos que permanecen en misión, en un escenario marcado por la inestabilidad regional y por un programa que, lejos de transparentarse, sigue rodeado de opacidad.
