Cubanos que llevan años a la espera de una visa consideran injusto el nuevo programa de parole

Varios ciudadanos cubanos que llevan años luchando por conseguir una visa para poder viajar a los Estados Unidos se han quejado de las facilidades del nuevo programa de parole implementado por la administración de Biden, señalando que ellos han tenido que estar a la espera de una respuesta de la Embajada de EEUU en La Habana todo este tiempo.

Estas personas consideran injusto que hayan tenido que pasar hasta cuatro años en la cola de programas como el de Reunificación Familiar y otras categorías de visa, mientras el nuevo programa salió “de la nada” para saltarse dicha fila.

“Yo pregunto. ¿Y las tantas personas que tenemos un proceso ya cerrado únicamente esperando una entrevista? Llevamos 7 años y más esperando una oportunidad y cuando se pensaba que había terminado esta angustiante espera, no camina el boletín de visa, no dan citas nuevas, el atraso es cada vez peor”, indicó la cubana Claudia Díaz Amaran en el anuncio dado por la Embajada de EEUU en Cuba, el cual informaba que ya había cubanos entre los aceptados por el nuevo programa de parole.

La mujer considera que aquellos que llevan a la espera más tiempo deberían tener prioridad, pues todos los procesos ya se han pagado.

“Por favor, si ya tenemos todo pagado y cerrado denle prioridad, todos somos familias y estamos desesperados por lograr ese sueño”, concluyó.

Otros comentarios se quejaron de lo mismo, indicando que el programa de reunificación familiar también era una “vía segura y legal” para emigrar a EEUU, por lo que no se explicaban por qué no se le daba la misma velocidad que se le dio al nuevo programa de parole.

“Aquí estamos esperando por casi 8 años. Realmente esto no es justo. Por qué tenemos que involucrarnos en un nuevo proceso, si ya tenemos este y hasta pagado. ¿Hasta cuándo?”, redactó otro de los internautas.

Es importante recordar que el nuevo programa, anunciado el pasado 5 de enero por el presidente Joe Biden, cierra la frontera de los Estados Unidos, expulsando a los migrantes a México, pero a cambio, se compromete a entregar 30.000 visas mensuales a los ciudadanos de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití que apliquen para este programa.

Estas personas deben contar con un patrocinador que les apoye económicamente durante la duración del trámite, encargándose así de su alimentación, de conseguirles un lugar para dormir y de cubrir cualquier gasto médico que puedan necesitar.

Este trato ha sido visto como injusto por muchos de los cubanos que han tenido que esperar un proceso legal, especialmente si se toma en cuenta que la Embajada de EEUU en La Habana pasó casi cuatro años cerrada.