Gran Logia expulsa al líder masón impuesto por el régimen en La Habana
La sede de la Gran Logia, situada en el corazón de La Habana, en las esquinas de Belascoaín y Carlos III, fue el escenario de una protesta masiva
La tarde del domingo, un grupo de masones cubanos, en una jornada llena de tensión, logró expulsar al ahora Exgran Maestro Mayker Filema Duarte del edificio de la Gran Logia de Cuba, un hecho que simboliza un desafío directo al control gubernamental sobre la institución.
La sede de la Gran Logia, situada en el corazón de La Habana, en las esquinas de Belascoaín y Carlos III, fue el escenario de una protesta masiva que muchos consideran un punto de inflexión en la lucha por la autonomía de la masonería cubana.
El enfrentamiento tuvo lugar después de semanas de creciente frustración entre los masones debido a la usurpación del cargo de Gran Maestro por parte de Filema, quien contaba con el apoyo de las autoridades cubanas, incluido el Ministerio de Justicia (MINJUS) y la policía política.
Según el masón Luis Rafael Zamora, quien documentó los hechos en un video viral, la expulsión de Filema fue una respuesta al respaldo gubernamental que este recibió para mantener su posición de poder.
El video compartido por Zamora muestra cómo Mayker Filema, abucheado por los presentes, es forzado a abandonar la Gran Logia entre gritos de “¡Fuera!”.
El masón expresó en su cuenta de Facebook: “Esta es la cara de la dictadura vestida de Gran Maestro de los masones cubanos”. Adicionalmente, acusó a Filema de traicionar a sus hermanos y a su pueblo, al recibir apoyo del régimen.
Protesta pacífica y tensa
Antes de la expulsión de Filema, un grupo considerable de masones, liderados por Jesús Martínez Frómeta, Raúl Pérez Martín y Rolando Céspedes Mena, se apostó frente a la entrada de la Gran Logia, ondeando banderas y cantando el Himno de Bayamo.
Los manifestantes, con consignas como “¡Viva la masonería cubana!” y “¡Viva Cuba!”, se enfrentaron a algunos de sus propios hermanos, quienes les impedían el acceso. A pesar de los intentos por mediar, la situación escaló rápidamente y culminó en enfrentamientos físicos, con un mason lanzando alcohol a los opositores y otro rompiendo la camisa de un manifestante.
La entrada a la Gran Logia, que había sido bloqueada, finalmente fue forzada por el grupo que demandaba la expulsión de Filema. El enfrentamiento no se detuvo ahí, ya que la tensión continuó aumentando hasta que Filema finalmente se retiró, aislado y rodeado por un grupo de masones indignados.
La lucha por la autonomía de la Gran Logia
La expulsión de Filema fue solo un episodio de una lucha mayor dentro de la masonería cubana. Aunque muchos consideran esta victoria como un avance importante, la influencia del gobierno cubano sobre la Gran Logia sigue siendo una realidad.
Los masones que se oponen al régimen saben que el camino hacia la autonomía institucional aún es largo y difícil.
La intervención de Filema y sus seguidores, respaldados por las autoridades del régimen, ha desatado una serie de protestas internas dentro de la institución. La detención, un día antes, de los líderes interinos Juan Alberto Kessel Linares y Víctor Bravo Cabañas, quienes fueron elegidos tras la destitución de Filema, ha exacerbado las tensiones.
La estrategia de las autoridades para mantener el control sobre la Gran Logia a través de figuras como Filema ha generado un creciente rechazo entre los masones, que están decididos a continuar luchando por la independencia de su organización.



