La Habana: fallece Assata Shakur, una de las criminales más buscadas por el FBI
La mujer escapó a Cuba luego de fugarse de prisión en 1984. Allí, recibió asilo y fue protegida por el régimen
La ciudadana estadounidense Joanne Deborah Byron, conocida mundialmente como Assata Shakur, falleció el 25 de septiembre en La Habana a los 78 años. La causa de su muerte fue atribuida a complicaciones de salud derivadas de su avanzada edad, según un comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex).
Shakur, que se había refugiado en la Isla desde 1984, fue una de las figuras más polémicas en la historia reciente de Estados Unidos, y su muerte en Cuba reavivó una larga disputa entre ambos países.
El 25 de septiembre de 2025 falleció en La Habana, Cuba, la ciudadana estadounidense Joanne Deborah Byron, “Assata Shakur”, como consecuencia de padecimientos de salud y su avanzada edad. pic.twitter.com/CnZksfJS7N
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) September 26, 2025
Un pasado cargado de controversias
Nacida en Nueva York el 16 de julio de 1947, Assata Shakur se destacó en la década de los 70 como miembro del Ejército de Liberación Negro (Black Liberation Army), un grupo radical que luchaba por los derechos civiles en Estados Unidos.
En 1973, durante un tiroteo con la policía estatal de Nueva Jersey, un agente resultó muerto, lo que llevó a la detención y condena de Shakur por asesinato y otros crímenes violentos. Sin embargo, tras escapar de prisión en 1979, se convirtió en una de las fugitivas más buscadas por el FBI, que ofreció una recompensa millonaria por su captura.
Exilio en Cuba: un refugio de impunidad
Después de su fuga, Shakur se refugió en Cuba, donde el gobierno de Fidel Castro le otorgó asilo político en 1984.
Durante más de cuatro décadas, vivió en la isla sin enfrentar las consecuencias legales de los crímenes que se le imputaban en Estados Unidos. La relación de Cuba con Shakur fue un factor importante en la inclusión de la Isla en la lista de países patrocinadores del terrorismo por parte del gobierno estadounidense.
Para algunos sectores, Shakur fue vista como un símbolo de lucha y resistencia, mientras que para otros, especialmente en Estados Unidos, representó un claro ejemplo de impunidad al recibir protección por parte de las autoridades cubanas.
Las solicitudes de extradición por parte de Estados Unidos nunca fueron atendidas, lo que alimentó las tensiones diplomáticas entre ambos países.
La figura de Assata Shakur
El caso de Shakur se convirtió en un tema profundamente polarizado. Mientras algunos la consideraban una heroína, que luchaba contra la opresión racial y la injusticia, otros la veían como una criminal que había escapado de la justicia.
En Cuba, su presencia fue defendida por muchos como una muestra del apoyo a aquellos que luchan contra la opresión imperialista. Por el contrario, en Estados Unidos, el hecho de que una mujer acusada de asesinato y otros delitos violentos pudiera vivir libremente en Cuba generó una indignación constante.
La mujer también fue conocida por su obra literaria, siendo su autobiografía Assata: An Autobiography (1987) un referente para muchos movimientos de izquierda en todo el mundo. Su figura trascendió las fronteras de los Estados Unidos, y su legado fue considerado por muchos como una inspiración para la resistencia contra la opresión racial y social.
