Cuba arranca diciembre con apagones por casi 2.000 MW de déficit eléctrico
Es uno de los mayores déficits del año; el régimen sigue culpando a EEUU, mientras presume sus parques solares que no mitigan la situación
Cuba enfrenta este 1 de diciembre de 2025 uno de los déficits eléctricos más altos del año, con una afectación prevista de hasta 1.995 MW en el horario pico nocturno, una cifra que confirma la gravedad de la crisis energética que vive el país y la falta de soluciones efectivas por parte del gobierno.
La proyección supera ampliamente la capacidad disponible y coloca a la población ante otra jornada de apagones continuos, prácticamente imposibles de manejar para miles de hogares.
Según el reporte oficial del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), para la noche de este lunes se espera una disponibilidad de apenas 1.325 MW frente a una demanda máxima estimada de 3.250 MW. Esto dejaría un déficit de 1.925 MW, que, al traducirse en afectación real, alcanzaría los 1.995 MW.
Se trata de una cifra cercana a los peores registros del año, luego de que el pasado 28 de octubre la Isla registrara 2.035 MW de déficit, tras el paso del huracán Melissa y con tres provincias completas desconectadas, y por tanto, sin consumir energía.
La situación actual se inscribe en un contexto de deterioro sostenido, con apagones diarios que abarcan las 24 horas. Solo ayer, la máxima afectación llegó a 1.849 MW alrededor de las 19:00 horas, un número que confirma que la crisis energética no solo no mejora, sino que se agudiza.
Mientras tanto, la población denuncia que el gobierno mantiene un discurso triunfalista apoyado en pequeñas entradas de generación o en anuncios repetidos sobre energías renovables que todavía no compensan la caída en la generación térmica.
En este último reporte, la propia Unión Eléctrica reconoce dificultades significativas. La disponibilidad a las seis de la mañana era de solo 1.300 MW frente a una demanda de 2.450 MW, lo que dejó un déficit inmediato de 1.145 MW y una afectación estimada de 1.200 MW para el horario del mediodía.
Aunque los 33 parques solares fotovoltaicos entregaron 2.370 MWh y alcanzaron una potencia máxima de 471 MW, esta contribución continúa siendo insuficiente para enfrentar los apagones masivos.
El panorama empeora debido a múltiples fallas acumuladas. El SEN reportó averías en la Unidad 2 de la central termoeléctrica (CTE) Felton y en la Unidad 3 de Renté, dos instalaciones clave para la generación en el oriente del país.
A esto se suman mantenimientos simultáneos en unidades de Mariel, Santa Cruz y Céspedes en Cienfuegos, además del sistema de tratamiento de gas de Energás en Puerto Escondido y una unidad de Nuevitas. Las limitaciones por fallos en la generación térmica totalizan 547 MW fuera de servicio.
A esa cifra hay que agregar el impacto del déficit de combustible, uno de los problemas más persistentes en los últimos meses. Algunas comunidades se han quejado de más de 15 días seguidos sin electricidad, y por consecuencia, también sin agua potable.
La Unión Eléctrica señaló que 96 centrales de generación distribuida están paralizadas por falta de diésel, lo que equivale a 906 MW. Además, otras 68 MW se encuentran indisponibles por ausencia de lubricantes. En total, 974 MW están fuera de línea por falta de recursos energéticos.
El gobierno cubano insiste en atribuir la crisis a factores externos, como el embargo estadounidense, mientras evita reconocer errores en la gestión interna, la falta de inversión en mantenimiento y la dependencia casi total del parque termoeléctrico, cuyo envejecimiento ha sido documentado durante años.
Pese a la gravedad de la situación, el Estado continúa inaugurando pequeños proyectos solares que, aunque necesarios, no compensan los apagones diarios que afectan la economía y la vida doméstica.
En barrios y ciudades de todo el país, los apagones prolongados se han vuelto una rutina insoportable. Los anuncios oficiales —que prometen mejoras sin fechas concretas— contrastan con la realidad diaria de hogares que pasan más de 12 horas sin electricidad, afectando la conservación de alimentos, el acceso al agua y la seguridad.
Con el déficit previsto para esta noche, Cuba vuelve a enfrentar un escenario extremo que evidencia la incapacidad del gobierno para detener el deterioro del sistema eléctrico.
Y aunque las autoridades anuncian cada día el “pronóstico” de afectaciones, para millones de cubanos la verdadera pregunta ya no es cuánto durará el apagón, sino cuándo terminará una crisis que parece no tener salida cercana.



