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Ana de Armas decepciona a los cubanos al servir de propaganda para la dictadura

La visita de Ana de Armas a Cuba ha resultado en un medio de propaganda para la dictadura, que ha aprovechado el silencio de la actriz para utilizarla como estandarte promocional de la Isla.

Esta situación le ha traído múltiples críticas a la nominada al Oscar, que, aunque no ha publicado nada de su visita en redes sociales, sí se ha dejado ver en varios espacios públicos, incluyendo instituciones del régimen.

Una de estas fue la escuela de teatro para niños La Colmenita, a donde De Armas llegó acompañada de su novio, Paul Boudalakis, y donde se tomó varias fotos, no solo con los niños integrantes del colectivo, sino con la subdirectora del mismo, Claudia Muma Alvariño, quien también es su amiga.

Además, con Muma se paseó también por las calles de La Habana, en restaurantes y plazas públicas, siempre sonriente, dando la clásica imagen del turista tradicional, a pesar de que ella vivió en la Isla y, en teoría, sabe de todas las carencias que enfrenta.

La visita al colectivo infantil enervó a varios usuarios en redes, especialmente porque fue utilizada por las cuentas oficiales del gobierno, como el canal oficialista Canal Caribe, para fomentar la supuesta valía artística y cultural de Cuba.

Pero no conforme con esto, De Armas se reunió además con el chef español Miguel Ángel Jiménez, creador y conductor del programa Chefarándula, e íntimo amigo de esposa del dirigente Miguel Díaz-Canel, Lis Cuesta.

La relación entre la esposa del dictador y el chef de televisión es tal que incluso se etiquetan y felicitan a través de las redes sociales, por lo que nuevamente se cuestionaron las intenciones y los nexos de la actriz con la dictadura cubana.

La activista cubana Thais Franco escribió en su perfil de Facebook: “Como cubana, me da tremenda vergüenza que una actriz de la categoría de Ana de Armas, con tanto poder en la industria del cine y sus demás esferas, se quede callada antes la situación que vive mi Patria, ante el susurro y la desdicha que viven tantos cubanos dentro de la isla cárcel”.

Franco agregó que los niños de La Colmenita son usados en actos de repudio y eventos oficialistas: “Verte en una foto, con la compañía de La Colmenita, que por si no lo sabes, es una compañía en la que sus creadores utilizan a los niños para participar en todos los actos políticos importantes de la cúpula castrista, y por otro lado, estás posando con el chef de la que se dice llamar primera dama la Lis Cuesta, en resumen, eres todo una vergüenza”.

También el activista Marcel Valdés arremetió contra la actriz por su llana complicidad con el régimen: “Ana de Armas le muestra a Hollywood y al mundo del entretenimiento que en Cuba todo está bien. ¿Ella es actriz o maquillista? Porque le está dando una clase de maquillada a la dictadura brutal. Cómplice”.

Y luego de que la empresa turística estatal, Havanatur SA, utilizara la visita de la artista como publicidad para La Habana, otro actor recalcó la responsabilidad social de De Armas como figura pública y exitosa.

“Toda celebridad que visita Cuba y no se pronuncia acerca de la situación política del país, de manera voluntaria o involuntaria, está contribuyendo a la perpetuación del régimen dictatorial”, escribió.

Lo cierto es que la actriz siempre ha mantenido una postura neutral ante la situación de Cuba, sin pronunciarse a favor de ningún lado y evitando la polémica, aunque es sabido que su madre sigue en la Isla y que siempre ha sido trabajadora del Estado.

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