Apagones en Cuba: inicia mayo con fin de semana en déficit de 1.400 MW
Tras los festejos del desfile, queda patente que el régimen debería invertir más en las necesidades de su pueblo que en su imagen
La crisis energética en Cuba continúa, aunque en el primer fin de semana de mayo, el déficit parece haberse reducido en comparación con días anteriores.
De acuerdo con el reporte diario de la estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE), este viernes 2 de mayo se afectó el servicio durante las 24 horas y se mantuvo afectado durante toda la madrugada de este sábado 3.
La máxima afectación en el día de ayer fue de 1.683 MW a las 19:50 horas, no coincidente con la hora de máxima demanda, mayor que lo planificado por demanda superior a la pronosticada.
Para este sábado el panorama no es mucho mejor, aunque sí se ve una leve disminución en la falta de generación, esta coincide con uno de los días de menor actividad.
Para la hora pico se proyecta una disponibilidad de 2.053 MW y una demanda de 3.400 MW, lo que generaría un déficit de 1.347 MW.
Considerando que la afectación siempre es mayor, el régimen proyecta un déficit final estimado de 1.417 MW, aunque sus cálculos siguen quedándose cortos y este podría llegar a 1.500 MW.
La falta de combustible sigue siendo la principal excusa del régimen para esta falta en la generación eléctrica, aunque se siguen empleando recursos para otras causas en vez de atender la problemática energética de la Isla, como la marcha del 1 de mayo de este viernes.
También la falta de mantenimiento y avería en varias unidades de las centrales termoeléctricas de Cuba (CTE) contribuyen a la falta de electricidad, que tiene a la población con apagones de más de 6 horas y en algunos casos de hasta 20 horas continuas.
Aunque el gobierno presumió sus parques de energía solar por todo lo alto, tampoco estos han satisfecho la demanda de la población, incluso cuando la gran mayoría está en condiciones de pobreza y ni siquiera tienen muchos electrodomésticos.
El pésimo servicio eléctrico se une así a la escasez alimenticia y los malos servicios de salud, como evidencia de la incapacidad del régimen para mantener a su población en condiciones dignas.
