Autodeportado llega a Cuba mientras su hija enferma pide verlo en el hospital
El cubano abandonó a su esposa en Miami con sus dos hijas, una de ellas hospitalizada y en espera de un trasplante de corazón
El cubano Deivy Alemán Oropesa salió este domingo de Estados Unidos rumbo a Cuba tras recibir una orden de autodeportación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El hombre, que llevaba siete años en territorio estadounidense, partió desde el Aeropuerto Internacional de Miami y dejó atrás a su esposa, ciudadana estadounidense, y a sus dos hijas, una de ellas en espera de un trasplante de corazón.
El caso tuvo un conmovedor giro este lunes a través de un video publicado en redes sociales por su esposa, Yisel Miguel Sarduy, en el que se observa a la niña menor despertando y pronunciando la palabra “papi” en su primer día sin su padre.
La madre acompañó la grabación con un mensaje en el que pidió que su esposo pueda regresar para estar junto a la familia.
La situación de la familia había sido reportada previamente por varios medios de Florida. Alemán Oropesa optó por abandonar el país de forma voluntaria para evitar una detención prolongada y posterior deportación desde un centro de ICE.
Aunque su esposa inició un proceso de reunificación ante el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS), el trámite sigue pendiente y no existen garantías de que pueda resolverse a corto plazo.
La madre de la menor ha señalado que debió abandonar su empleo para cuidar a su hija, que se sometió a una cirugía a corazón abierto y requiere seguimiento médico especializado. La familia espera ahora un posible perdón migratorio que permita el retorno del padre.
Mientras tanto, el padre permanece en Cuba, a donde partió sin ver a su hija despierta, solo para enterarse que ahora llama por él. Dejó a su esposa sola con sus dos hijas, incluyendo su hija enferma, sin intentar pedir ayuda a funcionarios cubanoamericanos o esperar su deportación obligada, con la esperanza de tener beneficios.
El caso refleja las consecuencias directas de las políticas migratorias implementadas bajo la administración de Donald Trump, que ampliaron las atribuciones de ICE y endurecieron los criterios de permanencia para inmigrantes en situación irregular.
Incluso los cubanos, que habían gozado de privilegios migratorios por sobre otros latinos, los han perdido, y ni siquiera quienes han tratado de regularizar su situación o directamente entraron por vía legal, tienen garantía de poder permanecer en el país.
Organizaciones de derechos civiles han advertido que estas disposiciones han llevado a un aumento de separaciones familiares y a una presión constante sobre comunidades migrantes, en particular la cubana.
Tras la salida de Alemán Oropesa, la familia recibió mensajes de apoyo de otros migrantes en EEUU, incluyendo ofertas de alojamiento y ayuda económica.
Sin embargo, la incertidumbre sobre su futuro inmediato persiste mientras esperan una resolución oficial de las autoridades migratorias.



