La publicación oficialista cubana Juventud Técnica entrevista a un científico cubano para preguntarle si es bueno comerse el caracol gigante africano en estos tiempos de “situación coyuntural”.
La duda y la polémica surge con motivo de un video que se hizo viral en redes sociales donde se muestra a un cubano “preparado la receta” de un caracol gigante africano.
El Dr. Antonio Vázquez, especialista del laboratorio de Malacología del Departamento de Control de Vectores del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK):
“Si se cocina bien (mejor en olla de presión) no existirá ningún inconveniente. De hecho, constituye un plato degustado en Europa y América del Sur, pero en nuestro pueblo no hay una cultura arraigada en el consumo de caracoles”.
Sin embargo, aclara que “comerlo crudo, en cebiche, sí ocasionaría un problema”, pues de esta forma al igual que manipularlo con las manos sin protección podría trasmitir el nemátodo que ocasiona la meningoencefalitis eosinofílica en humanos.
Al parecer, Vázquez, defiende al caracol, pues insinúa que de por sí el animal no provoca bronquitis ni es tóxico o venenoso, solo es portador de enfermedades, sirve como hospedero de ciertos virus.
Una estadística parece darle la razón al galeno: “De hecho, todos los casos de meningo ocurridos en Cuba, no han sido por el caracol africano, reportado recién en 2014”.
Aunque, “si es peligroso el molusco, aún más lo son las ratas portadoras del Angiostrongylus cantonensis (reportado para la Isla en 1977). Estas usan al CGA, así como al 80 por ciento del resto de los moluscos terrestres de Cuba (cerca de mil 400 especies), de hospederos intermediarios”.
“Pues este molusco es el mejor vector para este parásito (más susceptibilidad y compatibilidad). Además, su gran tamaño permite acoger a un mayor número de larvas infectantes, por lo cual la probabilidad de infectarse con él es superior. Sin embargo, igual podemos contagiarnos con el resto de los caracoles”.
