En una carta abierta, publicada el martes en la revista médica británica Lancet, un grupo de expertos extranjeros de la salud condenó las teorías conspirativas acerca del origen del novedoso y contagioso coronavirus, expresando su decidido apoyo a los profesionales chinos de la salud.
“En medio del desafío del brote de COVID-19, firmamos esta declaración en solidaridad con todos los científicos y profesionales chinos que continúan salvando vidas y protegiendo la salud de todo el planeta”, expresó la misiva.
En la carta, los galenos condenaron las teorías conspirativas que sugieren que la nueva neumonía por COVID-19 no tuvo un origen natural.
“Los científicos de varios países han publicado y analizado genomas del agente causal, el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-COV-2), y concluyen que este coronavirus se originó en la vida silvestre, al igual que muchos otros agentes patógenos emergentes”, afirman.
Desde el estallido de la neumonía por el nuevo coronavirus, denominada COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud, los rumores y la desinformación han tratado de nublar la verdad sobre esta enfermedad.
Artículos que afirmaban la creación intencional del coronavirus
Uno de los rumores ampliamente difundidos, expresado en el artículo del Washington Times del 24 de enero, “reveló” que el virus formaba parte del programa chino de armas biológicas que se llevaba a cabo en el Instituto de Virología de Wuhan.
El Instituto de Virología de Wuhan alberga el primer laboratorio chino de nivel IV de bioseguridad. En este centro se estudian los patógenos más peligrosos del mundo, incluidos el ébola, la fiebre de Lassa y el virus de Marburg.
También en la India se publicó un artículo que señala que los científicos chinos habían insertado artificialmente genes del virus del VIH en el coronavirus, factor que lo hacía susceptible a los tratamientos contra el VIH.
Este artículo fue ampliamente citado por los medios mal intencionados como prueba de que los científicos chinos habían diseñado el virus que, supuestamente, se escapó del Instituto de Virología de Wuhan.
La carta de apoyo a la comunidad científica y a los profesionales de la salud de China lleva la firma de 27 expertos de ocho países, incluidos Jeremy Farrar, investigador y médico británico, y Jim Hughes, experto en enfermedades infecciosas que trabajó para los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU.
El mensaje también subraya que los científicos y profesionales chinos de la salud “han trabajado con diligencia y eficacia para identificar rápidamente el patógeno que causó el brote, adoptando significativas medidas para reducir su impacto y compartiendo sus resultados de manera transparente con la comunidad mundial de la salud”.
“El intercambio rápido, abierto y transparente de datos sobre el brote se ve amenazado por los rumores y la desinformación sobre sus orígenes”, asegura la carta.
Desde este miércoles, en el portal digital Change.org se lanzó el llamamiento para adherirse y difundir esta tácita manifestación de apoyo y solidaridad con los profesionales chinos de la salud. A las 6:30 de la tarde del mismo día, la meta de alcanzar los 500 signatarios estaba cerca.
