ESTADOS UNIDOS

Científicos descubren miles de virus desconocidos en los océanos

Científicos de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, publicaron en la revista científica, Cell, el catalogo más actualizado de los patógenos encontrados en el mar.

La publicación contiene alrededor de medio millón de especies diferentes, de las cuales, 200 mil son desconocidas.

La mitad del oxígeno que respiramos es producido por los microbios del plancton marino, pero los virus que se encuentran en estos organismos, son diez veces más numerosos que los microbios del plancton.

De acuerdo al equipo de científicos, en los océanos podemos encontrar 1.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000 virus, cifra tres veces mayor que las galaxias del universo, pero con un tamaño tan diminuto que ocupan solo el 5% de toda la masa viva.

Estos virus atacan a uno de cada cuatro microbios marinos, convirtiéndose en un depredador para estas poblaciones, y alimentando a otras con los restos; además introducen nuevos genes en estos organismos unicelulares, interfiriendo con su evolución.

“Los microbios del océano absorben la mitad del dióxido de carbono que emitimos los humanos a la atmósfera […] Los virus probablemente controlan este proceso que mitiga el impacto climático de los humanos. Necesitamos entenderlos para no cortocircuitar su actividad”, explicó Matthew Sullivan, microbiólogo de la Universidad Estatal de Ohio (EE UU) y autor principal del estudio.

El artículo fue realizado con la información recopilada durante la expedición  por todos los océanos, Tara Oceans, realizada entre 2009 y 2013, a diferentes profundidades. Los resultados encontrados permitieron detectar 12 veces más virus en una expedición previa.

Los resultados de la investigación señalan que los virus marinos se encuentran distribuidos en cinco zonas: el océano Ártico, el Antártico, las aguas superficiales y las templadas cercanas a los trópicos, las capas intermedias en profundidades de 150 y 1000 metros, y finalmente, las zonas más profundas hasta llegar al fondo marino.

Los datos de la zona más profunda fueron recopilados durante la expedición española Malaspina de 2010, la cual recogió muestras de microbios y virus hasta 4 mil metros de profundidad.

De las cinco áreas identificadas, existen dos que contienen la mayor población viral; la zona templada y el océano Ártico.

Usualmente, existe una mayor diversidad de especies cuanto más cerca se está del ecuador y disminuye conforme la distancia se acorta hacia los polos. Los resultados encontrados por el Tara han permitido comprobar que dicha teoría también aplica para los virus; por ejemplo, en el océano Antártico se encuentran menos virus que en las zonas templadas, pero al cruzar el ecuador la diversidad va en aumento.

Aproximadamente el 90% de los 488.130 virus encontrados son desconocidos, desde su naturaleza hasta el tipo de organismos que infectan. Cerca del 10% restante ataca a seres unicelulares como bacterias y arqueas, y menos de un 1% de los patógenos ya han sido cultivados en un laboratorio para poder conocer sus características.

El estudio dio inicio en 2006, después de que la diseñadora francesa, Agnès Troublé, donó la embarcación de su familia, Tara, para la primera expedición. El proyecto fue respaldado por el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, en que se 150 especialista de más de 30 países colaboran en la investigación, la cual ha logrado recolectar cerca de 30 millones de genes desconocidos.

El equipo de investigación ha descubierto 133 especies nuevas de plancton, que pueden encontrarse en todos los océanos. Dichas especies no pueden ser clasificadas de acuerdo con la dicotomía tradicional de planta y animal, pues eran capaces de alimentarse por fagocitosis como hacen las células animales y son capaces de realizar fotosíntesis como las plantas.

“Un pulmón del planeta son los bosques y el otro es el plancton, solo que de este último no sabemos casi nada”, detallo, Silvia G. Acina, microbióloga del centro francés, quien ha participado en cuatro viajes a bordo del Tara, además de coordinar el análisis de bacterias y arqueas.

La especialista explicó que uno de los retos para la clasificación de estos especímenes, es que no parecen regirse por los estándares taxonómicos clásicos, por ello, los autores han señalado que se trata de “poblaciones” nuevas de virus, no de especies.

“Es el mismo problema que tenemos con las bacterias […] Entre todas ellas, en torno al 70% son completamente nuevas para la ciencia”, aseguró.

Con información de El País 

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