CORONAVIRUS EN CUBANOTICIAS DE CUBA

Cirujanos cubanos se casan en centro de aislamiento por coronavirus en Matanzas

La pareja de médicos cubanos Meysel Alberto y Adrián Ruiz Fuentes no permitieron que el coronavirus fuera un impedimento para sellar su amor en matrimonio.

Los galenos, quienes se encuentran en el Hotel Canimao, en la provincia de Matanzas, a la espera de su tercera vuelta en Zona Roja desde que comenzó la pandemia del coronavirus en la Isla, aprovecharon este momento y prepararon una hermosa ceremonia junto a amigos y compañeros.

“Qué mejor ocasión que esta. Pienso que para casarse no necesariamente tienen que estar creadas todas las condiciones. Qué mejor que nuestros compañeros de trabajo con los que llevamos meses en esta batalla nos preparen una ceremonia de manera imprevista y nos haya quedado tan bien”, comentó Ruiz Fuentes al diario oficialista Juventud Rebelde.

 

Estamos muy contentos y todos nuestros familiares que han podido ver desde lejos lo que ha sucedido se sienten felices aun sin haber participado”, agregó.

Tanto Meysel como Adrián pertenecen al equipo quirúrgico del Hospital Militar Mario Muñoz y además de atender a los pacientes positivos al coronavirus, se encargan de operar a cualquiera de los enfermos que requieran alguna intervención.

“Al hospital cuando entramos, todos somos médicos de la COVID-19”, contó Meysel al mencionado medio.

 

Debido al hecho de estar aislados y no poder hacer contacto con familiares o amigos que no estén en el hotel, cuestiones como el maquillaje y el vestido de boda fueron resueltas por la doctora Meysel de manera muy sencilla.

Por ello, usaron lo que tenían a mano y dieron rienda suelta a su imaginación. Los collares y pulseras las confeccionaron con latas de refresco y cerveza y sus trajes con sábanas.

“Los pulsos, los collares, los aretes estaban hechos con latas, el ramo de flores y el resto de la decoración de las mesas y las columnas se adornaron con plantas y flores del hotel. La persona que nos casó estaba disfrazada con un nylon negro, con hojas blancas, todo estaba sujeto con ganchitos de tender”, detalló Meysel.

 

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