Quién le iba a decir a la fotógrafa australiana Jenny Hillman, que en el momento en que se encontrara caminando por la parte de atrás de su casa en Ballandean, en el sur de Queensland (Australia), se enfrentaría a un hecho tan sorprendente.
Y así fue, frente a ella, se encontraban dos serpientes negras, una manchada y la otra de vientre rojo, consideradas hasta el momento como las más peligrosas de ese país, que libraban una batalla mortal, según informó el portal ABC. Net.
Como afirmara Hillman, tuvo la gran ‘suerte’ de ver y grabar esta batalla. «Tenía mi cámara lista», agregó.
La misma añadió que no hizo más que asombrarse cuando vio que «había una serpiente grande que había agarrado la cola de la serpiente más pequeña».
Junto al vídeo que compartiera en Facebook, Hillman escribió:
«Supongo que estaba cazando y su intención era comerse a la serpiente más chica».
Bryan Fry, quien es profesor de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Queensland, aseveró que es normal que esto acontezca.
«Para una serpiente, comerse a otra es lo más fácil de hacer […] Es una comida agradable y conveniente: se extiende bien, es larga y tiene el mismo tamaño que su estómago. Es más fácil de comer que algo voluminoso como una rata», afirmó.
Fry expuso que es muy probable que serpiente negra manchada estuviera siguiendo el rastro del olor de la serpiente negra de vientre rojo hasta que la finalmente dio con ella.
