El más reciente aviso de ciclón tropical emitido por el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología a las seis de la mañana de este martes 27 de agosto da cuenta que el centro del organismo fue estimado en los 13.6 grados de latitud norte y los 60.9 grados de longitud oeste, posición que lo sitúa a unos 45 kilómetros al sur-sudeste de Santa Lucía (Antillas Menores) y a 760 kilómetros al sudeste de San Juan, Puerto Rico.
Se mueve al oeste-noroeste a 20 kilómetros por hora. Su presión atmosférica es de 1005 hPa y los vientos máximos sostenidos alcanzan los 85 kilómetros por hora.
Para tranquilidad de los cubanos, un experto en la materia, el Dr. José Rubiera, ofreció algunas consideraciones sobre el ciclón:
“El ambiente que encuentra ahora la tormenta tropical Dorian en la parte más oriental del mar Caribe está regido por frecuentes entradas de aire seco en los niveles entre cinco y nueve kilómetros de altura. Eso no es favorable a su desarrollo. Por otra parte, la temperatura superficial oceánica es de 29 grados o más, y de hecho Dorian algo se ha desarrollado en similares condiciones, aunque no ha llegado a huracán. Con este batallar, pudiera continuar como tormenta tropical, pero también llegar como huracán, mañana miércoles, a las inmediaciones de la porción oriental de la República Dominicana y la parte más occidental de Puerto Rico”.
Sobre el desarrollo ciclónico y las condiciones favorables o no destaca: “Al pasar sobre tierra debe debilitarse, aunque a su paso por las Bahamas de viernes a sábado encontrará condiciones más favorables a su intensificación, pues la temperatura superficial del mar estará elevada y los vientos a alturas entre nueve y doce kilómetros serán más débiles, por lo que pudiera volver a ganar fuerza”.
Aunque Dorian tiene un pequeño tamaño, la intensidad es un pronóstico difícil: “Hay que decir que ese pequeño tamaño hace que su pronóstico de intensidad sea muy difícil. El meteorólogo cubano Ing. José C. Millás llamó a esos ciclones pequeños “pigmeos”, mientras que otros autores los han denominado “enanos”.
“El cono es un área de probabilidad, de aproximadamente el 60 %, de que el centro de la tormenta se encuentre dentro del mismo en determinados períodos. Sirve de mucho el observar si la localidad donde usted está sigue dentro del cono cada vez que se publique uno. Puede decirse que representa el consenso de los diferentes modelos de pronóstico. El cono se hace más estrecho a medida que falta menos para el azote del ciclón.
Sin embargo, el ciclón tropical no es un punto, y por ello el centro puede pasar por la línea superior o por la situada más al sur, y aunque su localidad esté situada algo fuera, será también afectada, en dependencia del tamaño de la tormenta.
Aunque coincido en las ventajas de usar el cono y de su correcta interpretación, y mucho lo he usado, personalmente prefiero el uso del haz de trayectorias de los modelos porque me permiten ver mejor el consenso. Si hay mucha dispersión del abanico, la incertidumbre es mayor, pero si hay un haz bien definido y estrecho, la confiabilidad resultará mucho más elevada. Y cómo evoluciona el haz en el tiempo da también muy buenas indicaciones.
Como comentario final, a diferencia del pronóstico de intensidad, el pronóstico de trayectoria de Dorian sí está bien definido. Su movimiento transcurre por el borde del anticiclón oceánico. El debilitamiento temporal del mismo hace que ahora Dorian vaya con rumbo cercano al noroeste, pero después, cuando Dorian esté sobre las Bahamas, el anticiclón se fortalecerá de nuevo, y la trayectoria volverá a ser al oeste-noroeste con rumbo a La Florida durante el fin de semana. Esta posibilidad es real, pues sigue la lógica del proceso atmosférico… y no he visto que se haya expresado aún alguna preocupación por ello en las redes sociales”, finaliza diciendo José Rubiera.
