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Coronavirus en Cuba: ¿Son efectivas las medidas tomadas por las autoridades sanitarias?

 

El tema del coronavirus en Cuba, se ha convertido en asunto de seguridad nacional, desde que el pasado jueves 27 de febrero, ingresaran tres pacientes al Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri” de La Habana con pruebas positivas al CONVID-19.

Según la directora de un policlínico ubicado en La Habana, el propio Consejo de Estado se está ocupando de organizar el examen de los casos sospechosos, informó Diario de Cuba.

La realidad es que los “viajeros”, eufemismo que se ha destinado para evitar llamar “sospechosos” a los cubanos que arriban desde países en los que se han reportado casos de la enfermedad, están siendo trasladados al Instituto de Medicina Tropical Dr. Pedro Kourí (IPK) si presentan algún síntoma de enfermedades respiratorias.

No obstante, y pese a que las autoridades sanitarias advierten a los “viajeros” que, en caso de no llegar al IPK por la razón que sea, serán acusados de contribuir a una epidemia, la prevención parece desorganizada y quienes se han visto involucrados dudan de su efectividad.

“Ya llevo cuatro días en el país y hoy fue que me localizó la doctora del consultorio del médico de la familia”, dijo una joven de 28 años de edad que ingresó en el IPK. “No entiendo, si hay tanto miedo, por qué dejan a los casos de riesgo salir del aeropuerto, con el peligro de contagiar a cientos de personas”.

“Nadie es capaz de valorar en tu área de salud si eres sospechoso de contagio o no”, comentó otro “viajero” que pasó por el IPK.

“Te mandan para el Instituto, donde una doctora, a través de preguntas y de una observación de tus signos, determina si debes quedar ingresado o no”, añadió.

“Yo llegué a las 11:00 de la mañana al policlínico. Me pusieron una mascarilla y me acostaron en una cama durante seis horas, en espera de que llegara la ambulancia. Los médicos no parecían preocupados por la posibilidad de tener un caso de coronavirus, incluso hacían bromas al respecto”, continuó.

Otro joven consideró que su traslado al IPK en ambulancia era una cadena peligrosa. “Visitaron otros tres centros de salud antes de dirigirse al hospital. Llevaron a otras personas junto conmigo, que se suponía era sospechoso de portar la enfermedad, y luego me ofrecieron devolverme a mi casa si les pagaba 15CUC”.

“La doctora que recibe a los pacientes en el IPK tardó alrededor de una hora en llegar. Al parecer estaba comiendo, pero no sé, porque nunca nos dijeron. Fue un día perdido completamente debido al miedo que tienen los médicos. Dicen que eso es tremenda candela”, concluyó el viajero.

El traslado al IPK de personas que han regresado de viajes al exterior y la desconfianza en el Gobierno cubano, que no acostumbra a la transparencia, han desatado los miles de rumores en la población.

 

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