El cortometraje cubano Tundra, dirigido por José Luis Aparicio, fue premiado durante el Festival de Cine Independiente de Nueva York.
La producción obtuvo el premio como Mejor Cortometraje Narrativo, es decir, de ficción, en la decimotercera edición del festival.
En entrevista para el medio Rialta, Aparicio expresó su satisfacción por haber obtenido reconocimiento en un medio tan elitista como el gremio cinematográfico de Nueva York, donde las artes de todo tipo requieren ser verdaderamente excepcionales para destacar.
“Es muy difícil acceder a espacios de exhibición o festivales en ciudades como Nueva York. Cuando ves la selección del Festival de Cine Independiente, que tiene casi 60 años, ves películas de realizadores establecidos, títulos que vienen de Cannes, de Venecia. Así que tener la oportunidad de mostrar tu obra allí es extraordinario”, declaró.
Desde su estreno en Sundance, el cortometraje cubano se ha exhibido en festivales por todo EEUU, en ciudades de California, Texas, Florida y Minnesota.
A mediados de julio, la producción recibió una mención honorífica en el Festival de Cine de Nueva Jersey, organizado por la Universidad de Rutgers, y que es uno de los más importantes de la región.
Pero el éxito del cortometraje también se ha dado en otros países, con un excelente recibimiento internacional.
Este jueves 4 de agosto, Tundra cumplió una de sus citas más importantes, al presentarse en el 75 Festival de Cine de Lorcano, en Italia, uno de los principales festivales de cine del mundo. El corto llegó en la categoría Open Doors, dedicada a lo mejor del cine latinoamericano.
Previo a esto, la obra también tuvo su presentación en el continente asiático, en la 32.ª edición del Yubari International Fantastic Film Festival, celebrado en Japón.
La historia de Tundra sigue a Walfrido Larduet, un inspector eléctrico solitario que sueña con la “Mujer Roja”, cuya imagen se convierte en una obsesión para él.
El hombre atraviesa los suburbios de una ciudad, dibujada en el corto como un mundo distópico en el que prevalecen los tonos rojizos, persiguiendo la ensoñación de la mujer que no sabemos si es real.
Aparicio señala una fuerte carga simbólica en su corto, que utilizó a su protagonista como sinécdoque de un pueblo cubano anestesiado y delirante.
“Trata sobre las pulsiones del miedo y el deseo, sobre la frustración que lleva al ser humano a la parálisis, y al mismo tiempo ahonda en el aspecto fantasmagórico de la vida del cubano, generalmente movida por la inercia y el automatismo, una vida llena de obstáculos mentales, donde los deseos frustrados se atrincheran y no nos permiten avanzar”, declaró.
El equipo creador de Tundra está integrado además por los creadores independientes cubanos del Estudio ST, las productoras Daniela Muñoz y Leila Montero, el coproductor ejecutivo y director de fotografía Gabriel Alemán, y el coguionista Carlos Melián.
