El Gobierno de Cuba continúa aplicando estrategias en un intento de “contener” la propagación de la pandemia de Covid-19, por lo que a partir de este martes inicia la aplicación de Nasalferón en los hogares de La Habana, para posteriormente validar su aplicación en otras partes del país.
Aunque no está comprobado que ese antiviral sea efectivo ante el mortal virus, las autoridades sanitarias quieren hacer creer al pueblo que sí y que con su aplicación están ayudando a prevenir el coronavirus.
Pero la otra realidad es que al cubano inmerso en una crisis social y económica, le importa más la comida que la pandemia, porque viven en un país en el que reina el hambre y la miseria, entonces agradecerán más una libra de arroz que unas gotitas de Nasalferón.
De acuerdo con el diario Granma, las autoridades castristas de La Habana explicaron que médicos, enfermeras y estudiantes de medicina aplicarán el Nasalferón en las casas a los pacientes con Covid-19 y a sus contactos.
Además el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, señaló que posteriormente las familias deben cumplir el periodo de aislamiento en sus hogares. Al mismo tiempo dijo que esto será monitoreado para rectificar cualquier abuso de las medidas.
Visitas médicas en los hogares
La Habana por ser la provincia mayormente afectada por el Covid-19, aparte de recibir el Nasalferón, tendrán visitas médicas en los hogares cada cierto tiempo, porque los centros de aislamiento ya no son suficientes para atender a los pacientes sospechosos, además que las pésimas condiciones del sistema de salud cubano no alcanzan ante la mucha demanda.
El régimen dice que mantienen la vigilancia en este territorio, pero cubanos en otras oportunidades ya han denunciado la mala organización de los representantes de la salud que “visitan” los hogares, quienes no tienen registros certeros de los contagiados y no les ofrecen los resultados de las pruebas de Covid-19 que se han realizado previamente.
