Las autoridades cubanas indicaron que la producción de electricidad en la Isla enfrentaría nuevas dificultades en los próximos días, pues una de las ocho centrales flotantes enviadas por Turquía para apoyar en la emergencia energética en Cuba partió recientemente, con lo que se marchaban los 114 MW que aportaba al sistema.
De acuerdo con un comunicado compartido por la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) la Irem Sultan que había viajado a Santiago de Cuba hace unas semanas, terminó su contrato, por lo que salió del país.
Esta patana, como son conocidas las centrales flotantes, será sustituida por la Erin Sultan, la cual estaba en la bahía de La Habana y ya se encuentra navegando camino a la provincia santiaguera.
Las autoridades de la Isla decidieron enviar las patanas a Santiago de Cuba luego de que Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, reconociera que el balance de cargas en el país no era el adecuado.
El funcionario indicó que la mayor generación estaba concentrada en la región occidente del país y la misma debía de viajar hacia el este, lo que en más de una ocasión provocó apagones masivos en una mitad de Cuba.
Mientras se encontraban trabajando las ocho centrales flotantes en la Isla, estas aportaban un quinto de la generación eléctrica de todo el país, por lo que la salida de una de ellas podría generar afectaciones.
Lo sorpresivo de la salida de la Irem Sultan de Santiago de Cuba ha hecho sospechar a varias personas sobre un posible problema con el impago de sus servicios por parte del régimen, lo que pudo obligar a la empresa turca a retirar una de sus patanas de la Isla.
Mientras la prensa oficialista vendió el alquiler de las centrales flotantes como la solución para el problema de la electricidad en Cuba, lo cierto es que esta es solo una respuesta a corto plazo, pues resulta más caro pagar el alquiler y el transporte de estas estructuras, además del combustible que utilizan para general energía.
Adicionalmente, al final del día estas centrales le pertenecen a Turquía, por lo que tarde o temprano terminarán saliendo de la Isla.
La UNE pronostica apagones por déficit de generación de 4.500 MW para este miércoles, con una demanda máxima de 2.650 MW y una producción de solo 2.270 MW.
Este problema incrementará conforme se acerque el verano, pues las altas temperaturas que llegan con esta época del año provocan un mayor consumo de electricidad por parte de los cubanos que buscan escapar del calor durante las noches.
Durante este periodo, la demanda máxima de la Isla alcanza los 3.000 MW, y, de seguir con la producción actual, la Isla podría experimentar apagones de hasta 12 horas.
