Mileydi Salcedo, activista por los derechos humanos en Cuba, acudió el pasado sábado a las redes sociales en un desesperado intento por encontrar a su prima, quien hace 30 años desapareció en La Habana y nunca más se supo de ella.
“Lo prometido es deuda”, escribió en su perfil de Facebook la opositora, quien hace unos meses atrás fue víctima de una detención arbitraria, donde recibió una dura golpiza.
Según relató la internauta, los hechos tuvieron lugar en 1990 cuando su prima, Yenis Ramírez Pérez, quien en aquel entonces apenas contaba con 14 años de edad, salió de su casa —como cualquier día— para acudir a la Escuela Secundaria Básica “Raúl Gómez García”, ubicada en el reparto Vista Alegre, capitalino municipio de 10 de Octubre-
“Ella no llegó a entrar a la escuela. Nunca más viro a casa (…) Faltaba un mes para cumplir sus 15”, detalló Salcedo. “Esto fue en la calle 20, número 457 entre Concepción y Dolores”.
Asimismo, la activista explicó que si bien las autoridades cubanas nunca permitieron que la familia de la adolescente colgara carteles, los padres obviaron esto con tal de encontrar a su hija. Dos días después de la misteriosa desaparición, elementos de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) dijeron haberla encontrado, “cosas que fue errónea”.
“Hoy por hoy, se ignoran los hechos. Nunca se ha dado una explicación, mientras aun nuestra familia continúa en la búsqueda. Por favor, cualquier noticias llamar al 54488609”.
“Te amamos Yeni, nunca nos hemos olvidado de ti”, concluyó.
Aumentan los casos de cubanos desaparecidos
A lo largo de la presente semana se reportaron otros dos casos de cubanos extraviados. La madre Paula Padrón, por ejemplo, creó en Facebook una página para encontrar a su hija Yadira, quien salió de la isla en 2016 con el objetivo de llegar a San Tomás, una isla bajo jurisdicción estadounidense, para pedir asilo político.
La antillana pasó por Guyana y Santa Lucía hasta llegar a San Martín. En un momento del trayecto la embarcación sufrió un desperfecto y al no poder seguir avanzando, Yadira —al igual que el resto de los migrantes que estaban a bordo— se puso un chalecos salvavidas para tratar de llegar nadando a San Tomás, pero no se volvió a saber ninguno de ellos.
“Hasta el día de hoy no hemos sabido nada, ni una cosa ni la otra. Pero yo, como madre y al no recibir ningún indicio a pesar de todas las búsquedas, tengo la esperanza y la fe de que estén en algún lugar de este mundo”, comenta Padrón.
Algo similar ocurrió a Humberto Arce Víctores, quien salió de la Isla en lancha y desde hace varios años no se sabe nada de él.
“Su familia lo busca, el que sepa algo que llame o escriba a este número 52051812”, denunció en las redes sociales su hermana Milena Arce.
