Genie Milgrom, una cubanoamericana de origen judío y residente en la ciudad de Miami, Florida, es la autora de “Recetas de mis 15 abuelas”, una obra literaria que recopila antiguas recetas familiares, las cuales se vieron obligadas a permanecer en secreto durante años, informó NPR.
De acuerdo con reportes del medio, Milgrom, de 65 años, al enfermar su madre, encontró entre sus pertenencias una colección de raras recetas, algunas cuyas fechas datan de la época de la Inquisición en España y Portugal. Ejemplo de ello, un postre azucarado llamado “chuletas” que no contiene nada de carne de cerdo.
“Está diseñado para parecerse a una chuleta de cerdo, pero en realidad está hecho de pan y leche. Básicamente, son tostadas francesas que se fríen en forma de chuleta y se aderezan con mermelada de tomate y pimientos”, explicó la cubana en una entrevista concedida a NPR.
“Las leyes dietéticas judías prohíben el consumo de carne de cerdo, por lo que estas chuletas se comieron como una especie de cobertura. Era el tipo de cosas que los criptojudíos tenían que comer para hacer ver a los demás que estaban comiendo esa carne, y no sospecharan que aún mantenían su fe en secreto”.
Los criptojudíos, como se les denomina a las personas que practicaban el judaísmo y luego se convirtieron al catolicismo, también solían esconder su “verdadera fe” al quemar una chuleta de cerdo para que sus hogares olieran a carne.
Milgrom, quien fuera criada en la fe católica, tras morir su abuela le fue entregada -a manos de su propia madre- un pendiente con la Estrella de David y un hamsa. A raíz de esto, comenzó a indagar sobre sus raíces. Así fue como la cubanoamericana descubrió que sus ancestros provienían de Fermoselle, una aldea situada en la frontera entre España y Portugal. Los habitantes de este poblado fueron judíos hasta la llegada de la Santa Inquisición.
“Gran parte de la historia criptojudía fue borrada deliberadamente, a menudo por las propias familias. Es por eso que estas recetas son tan especiales. Cuando las vi, dije: ‘Si estas abuelas las llevaron durante siglos, entonces es mi deber honrar el hecho de que descubrieron que era un tesoro para salvar’”, concluyó.
