Cubano en EEUU decidió volver a Cuba: “La mejor decisión de mi vida”
Afirma que reconoce las carencias de la Isla -en crisis energética, alimentaria y sanitaria-, pero las políticas de Trump son extremas
Un emigrante cubano generó polémica al declarar que logró establecerse en Estados Unidos, pero que prefirió volver a Cuba, pues actualmente “no hay libertad” en el país norteamericano.
La decisión de Yoe Villares Fernández causó reacciones divididas en redes sociales, pues el joven afirmó que no se arrepentiría, aun reconociendo las carencias existentes en la Isla.
En su publicación, que se volvió viral, Villares sostuvo que su principal motivación fue el reencuentro con su familia y que ese objetivo pesó más que las oportunidades económicas en EEUU.
En ese contexto, reconoció que en Cuba “hay hambre” y “necesidades”, pero señaló que su prioridad personal era volver a estar con su madre, su abuela y otros seres cercanos, a quienes definió como el centro de su bienestar.
El joven también se refirió a la situación de los migrantes en territorio estadounidense. Aseguró que tanto él como otros cubanos llegaron a ese país con el objetivo de trabajar y que “no son criminales”, aunque, según expresó, están siendo tratados “como si fueran criminales”.
En ese sentido, describió el ambiente actual como uno en el que “te están cazando” y en el que el migrante se convierte en “una presa”.
En otro fragmento de su mensaje afirmó: “Si hubiera libertad, no hubiese pasado nada de esto que está pasando, hace ya un tiempo atrás, que te están cazando como si fueras una presa, es duro, bien duro, por eso yo tomé la mejor decisión de mi vida”.
Villares insistió en que su regreso no respondía a presiones externas ni a la opinión de terceros. Afirmó que asumía posibles críticas, al señalar que lo cuestionarían “millones y millones”, aunque consideró que muchas personas se “van a identificar” con su postura.
Además, animó a otros migrantes en situaciones similares a regresar, al escribir: “No tengan miedo, el que quiera virar para su país, que se vire”.
La publicación generó respuestas diversas. Algunos usuarios manifestaron respeto por su decisión personal, mientras otros cuestionaron su afirmación de que en la unión americana “no hay libertad”.
En los comentarios también aparecieron mensajes que señalaron que la responsabilidad de la migración recae en el gobierno cubano y no en el país receptor, junto a reacciones de apoyo emocional y otras de tono crítico o burlón.
El cubano toma la decisión en un contexto marcado por el endurecimiento de las políticas migratorias en EEUU tras el regreso de Donald Trump a la presidencia.
El republicano intensificó los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), con detenciones más frecuentes, redadas en espacios públicos y una mayor presión sobre migrantes sin estatus legal definido.
Estas acciones han afectado de manera directa a miles de cubanos que permanecen en procesos migratorios inciertos o con permisos temporales, incluso a quienes ingresaron legalmente al país.
En este escenario, varios cubanos han sido detenidos por ICE pese a no tener antecedentes penales, lo que ha incrementado el temor dentro de la comunidad migrante.
La posibilidad de deportaciones aceleradas y la revisión de programas migratorios han colocado a muchos en una situación de vulnerabilidad, con impacto psicológico y social en familias enteras.
Sin embargo, el retorno voluntario a Cuba también plantea interrogantes en medio de la actual crisis interna del país. La Isla atraviesa una situación marcada por escasez de alimentos, apagones prolongados por el déficit energético, limitaciones en el sistema de salud y un clima represivo documentado por medios independientes.
A ello se suma el deterioro del poder adquisitivo y la falta de garantías económicas, factores que han impulsado la salida de cientos de miles de cubanos en los últimos años.
Tras su regreso, Villares compartió un video del reencuentro con su madre en Cuba, en el que ambos se abrazan. En esa grabación, el joven afirmó: “Esta es mi felicidad”.
La escena cerró una decisión que, más allá de lo personal, refleja el contraste entre la crisis en Cuba y las dificultades que enfrentan los migrantes cubanos en EEUU, país que en algún momento fue la promesa de una vida mejor.



