Un cubano, presuntamente por pedido del pueblo, decidió ceder sus vacaciones para incorporarse a las filas de Destacamentos de Vigilancia Revolucionaria y combatir al “enemigo” en las filas de los comercios de la Isla.
Así lo hizo saber el ciudadano —cuyo nombre no fue mencionado— en un reciente reportaje de la televisión nacional. Según explicó el militante, es preferible utilizar su tiempo de descanso para contribuir con las medidas anunciadas por las autoridades para poner fin a los coleros y revendedores.
“Esta es de las tareas más importantes que se está trabajando porque el pueblo no los ha pedido. Incluso, estaba de vacaciones y hemos donado las vacaciones para estar aquí y trabajar junto al pueblo”, señaló.
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Guerra contra coleros y revendedores
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno ha llevado a cabo una cruzada contra los coleros y revendedores.
La semana pasada, fueron “abanderadas” los ciudadanos que ahora forman parte de los Destacamentos de Vigilancia. Este grupo, con más de 22 mil reclutas voluntarios, no es más que un nuevo mecanismo de control por parte de las autoridades. A la par, en algunas provincias ya se habilitó “Porter@”, una aplicación destinada a la persecución de acaparadores.
De acuerdo con reportes de la prensa oficial, este sistema —desarrollado por la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI)— es capaz de controlar y regular a las personas que hacen fila en tiendas de recaudadoras de divisas y MLC (monedas libremente convertibles). Incluso, en farmacia o Mercados Ideales.
Supuestamente, la aplicación es capaz de escanear o teclear los 11 dígitos del carnet de identidad. Una vez que la persona pasa por el escáner, resalta en color rojo si vuelve a intentar acceder a la misma cola. Sin embargo, esta “iniciativa” no ha sido tan bien recibida por la población, quienes han cuestionado la legalidad del almacenamiento de datos personales.
“No estaría asegurado el éxito total de esta aplicación pues todavía muchas personas en Cuba tienen carnets de identidad de tipo tarjeta plastificada e incluso pequeños libros, modelos más antiguos de curso legal en el país y que carecen del código QR presente en los formatos más modernos”, indicó, por su parte, el portal Cubadebate.
