El 15 de noviembre más de 100 ciudades alrededor del mundo se unieron al clamor que pide una Cuba Libre, y Nueva York no fue la excepción, puesto que los cubanos residentes en esa localidad manifestaron frente a la sede de las Naciones Unidas.
De acuerdo con las imágenes publicadas en redes sociales, decenas de antillanos clamaron por la liberación de los presos políticos del 11J y exigieron democracia para la mayor de las Antillas.
En el acto participaron Anamely Ramos y Claudia Genlui Hidalgo, activistas del Movimiento San Isidro (MSI). Así como el galardonado escritor y periodista independiente Carlos Manuel Álvarez.
También contaron con el acompañamiento de los sacerdotes católicos cubanos Julio Barrios y Fernando Gálvez, quienes reclamaron libertad para Cuba y el fin de la dictadura.
Durante su intervención, Anamely Ramos denunció la represión de las autoridades contra ciudadanos pacíficos para impedirles que reclamaran sus derechos públicamente. “Vamos a estar en todas partes hasta que se nos escuche”, manifestó la cubana durante la concentración en las afueras de la sede de la ONU este 15N.
“Por primera vez he gritado libertad en libertad. Por primera vez sentí a la gente que nos ha apoyado durante años gritar a mi lado, darme la mano y ese abrazo que nos devuelve a la vida. Por primera vez, sin embargo, he llorado mi patria y esa añoranza me ha quebrado. Cuba te amo”, manifestó Claudia Genlui Hidalgo, quien se encuentra brevemente en Estados Unidos por asuntos familiares
A la concentración de este 15N en Nueva York también asistieron la artista Tania Bruguera y el activista Javier Caso.
Desde el pasado sábado, la dictadura de Cuba emprendió su macabra estrategia para militarizar las ciudades de Cuba y así evitar las marchas cívicas convocadas para este 15N.
Un extremo despliegue militar se realizó en La Habana, Las Tunas, Ciego de Ávila, Matanzas, entre otras localidades que confirmaron su asistencia a la marcha pacífica.
La dictadura todavía mantiene a los cubanos sitiados en sus residencias para evitar su salida a las calles.
Este hostigamiento es parte de las acciones de acoso policial e intimidación que las fuerzas represivas están ejerciendo sobre quienes declararon accionar a la convocatoria del grupo Archipiélago.
