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Dejan en evidencia la lujosa mansión del presidente del Tribunal Supremo de Cuba

El abogado cubano y coordinador de la Plataforma de Inteligencia Ciudadana (I-CID), Sergio Osmín Fernández Palacios, recientemente dejó en evidencia la opulenta vida que disfruta el presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio Ferro.

Según explicó el activista, a través de sus redes sociales, el funcionario —incluido en la lista de mayores represores del Gobierno de la Isla, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FDHC)— es dueño de una mansión de lujo en el oeste de La Habana.

“Rubén Remigio Ferro es de origen muy humilde. Eso no debe ser una vergüenza para nadie”, escribió Fernández en Facebook. “Lo que es una inmoralidad es la falta de transparencia de la extraordinaria vida de lujos que se puede obtener tras ocupar un puesto de servidor público (…) Ese vicio fue gestado y fomentado por Fidel y Raúl Castro para ganar acólitos incondicionales”.

“¿A través de qué acto jurídico traslativo de propiedad, el Presidente del Tribunal Supremo obtuvo su fabulosa mansión?”, agregó el abogado en un mensaje dirigido a Miguel Díaz-Canel.

El inmueble, ubicado en el capitalino reparto de Atabey, municipio Playa, ocupa la mitad de una cuadra y cuenta con una amplia fachada y contrasta con la presunta ideología predicada por el funcionario.

“Virtudes como la decencia, la modestia y el altruismo, ni crecen ni se manifiestan de modo silvestre, hay que cultivarlas con esmero y ejercitarlas constantemente o se atrofian y desvanecen como el humo”, escribió Remigio Ferro en Twitter el pasado año.

¿Quién es Rubén Remigio Ferro?

Remigio Ferro, nacido en 1960 en Mantua, Pinar del Río, fue uno de los que respaldó la Ley 88, que “sanciona actos y conductas que apoyen, faciliten o colaboren con los objetivos de la Helms Burton y establece severas penas para sus comisores”. El objetivo de la normativa es la protección de la independencia nacional y la economía de Cuba.

El presidente del Tribunal Supremo Popular, junto a otros jueces, ha sido denunciado en varias ocasiones por “malas prácticas” ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU.

Asimismo, la derrochadora vida de su hijo Rubén también ha sido motivo de críticas. Sobre todo, por exhibirse en capitales del mundo con Rolls Royce, Mercedes Benz y un helicóptero personal.

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