Luego de que se diera a conocer la noticia de que la ministra presidenta del Banco Central de Cuba (BCC), Marta Sabina Wilson González, había sido destituida de su puesto, varias denuncias de corrupción en su contra han salido a luz.
De acuerdo con el medio independiente Cubanos por el Mundo, estas denuncias aseguran que la cubana aprovechó su puesto al frente de la institución bancaria más importante de la Isla para gozar de varios privilegios.
Una fuente que prefirió permanecer en el anonimato ante el temor de posibles represalias indicó al citado medio que la expresidenta del BCC llevó a cabo varias remodelaciones a una vivienda enclavada en el reparto Ciudamar, ubicada en el municipio habanero de San Miguel del Padrón.
Estas remodelaciones, las cuales dejaron la vivienda en condiciones impecables mientras los vecinos viven en la miseria, se llevaron a cabo en plena pandemia de COVID-19, cuando el cierre de fronteras le trajo problemas económicos a la mayoría de los ciudadanos de la Isla que dependían del turismo.
Durante ese tiempo, el régimen castrista pregonó que la Isla enfrentaba una severa escasez de materiales, por lo que los pocos que había estaban destinados a obras públicas y de beneficio mayor.
La fuente afirmó que los camiones cargados de materiales arribaban a la casa a plena luz del día, todo mientras los vecinos, cuyas viviendas se caen a pedazos, veían sin poder hacer nada.
“Los camiones con materiales a plena luz del día y con vecinos carentes de esos recursos de testigo”, agregó esta persona.
Adicionalmente, aseguró que una patrulla se estableció en la esquina para hacer guardia todos los días después de que la funcionaria arribara al reparto, y que el alumbrado público solo cubría el área de su casa.
Mientras la falta de transporte público afecta a los ciudadanos de la Isla, y la escasez de combustible mantiene al pueblo con pocas ambulancias, la funcionaria utilizaba carros con chapa estatal para transportar a los miembros de su familia a todos los lugares que estos querían ir.
“Su esposo tiene asignado un carro estatal. La exministra tenía asignado un Gely el cual su cónyuge también hacía uso particular”, afirma la fuente del medio independiente.
De igual manera, esta persona señaló que los vecinos de la funcionaria se cuestionaron cómo obtuvo la casa, pues, hasta donde sabían, los dueños anteriores habían fallecido y no tenían familia que reclamara la propiedad.
“Una casa que ni se sabe cómo la obtuvo, porque era de unos vecinos de años que jamás se les conoció familia ni herederos que reclamaron la propiedad una vez fallecidos”.
Según la fuente, algunos vecinos vieron la llegada de la funcionaria como algo positivo, pues pensaron que los problemas del vecindario, como los baches y el mal alumbrado público, iban a resolverse, sin embargo, estos solo se arreglaron en las inmediaciones de la casa, dejando a las otras viviendas en el mismo deplorable estado.
