El polémico cantautor cubano Descemer Bueno dedicó unas hermosas palabras a San Lázaro, también conocido como Babalú Ayé en el panteón Yoruba, el pasado martes durante el aniversario del milagroso santo.
Según explicó el músico en sus rede sociales, hace casi cuatro décadas un impactante episodio en el mar, donde estuvo al borde de la muerte, le hizo ser un ferviente devoto a la deidad.
“Milagroso Lázaro a ti te debo la vida. Hace 40 años la corriente marina me llevó tan lejos que pensé que nunca regresaría. Pero allí, en lugar de desesperarme, después de ver que mis esfuerzos eran en vano, me viré de espaldas y miré hacia el cielo a esperar mi suerte”, escribió en Facebook Descemer junto a la foto de un altar decorado con telas púrpuras.
Cuando el artista pensó que ese sería el final de su vida, sintió la mordedura de un perro, animal que acompaña siempre al “viejo Lázaro”.
“Sentí una mordida en el traje de baño y en lugar de ser un pez, era un perro. Recuerdo que la travesía fue larga hasta que sentí gritos de la gente. No tenía vínculos religiosos en aquel entonces, pero años después una persona desconocida me dijo: ‘recuerda que tu vida se la debes a San Lázaro por el perro que te salvó‘”.
En Cuba el Santuario Nacional de San Lázaro, inaugurado el 26 de febrero de 1917, se encuentra en kilómetro cuatro al oeste del periférico municipio de Santiago de la Vegas, en La Habana, también conocido como “El Rincón”.
Tradicionalmente, desde altas horas de la noche del 16 de diciembre y durante todo el día 17 los feligreses hacen la peregrinación.
Los devotos del santo, en busca de “milagros” y para cumplir promesas prometidas, llevan a cabo disímiles sacrificios como: caminar descalzos o de rodillas, arrastrarse por el suelo y cargar con una pesada piedra a lo largo de muchos kilómetros, entre otros actos.
