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EEUU pausa entrega de ciudadanía para cubanos y otros inmigrantes

Sin previo aviso, el gobierno de Trump suspendió la naturalización de inmigrantes que ya habían hecho el trámite e incluso aprobado el examen

La administración de Donald Trump comenzó a suspender ceremonias de naturalización para inmigrantes originarios de países incluidos en su nueva lista de restricciones de viaje, una decisión que marca otro paso en el endurecimiento de la política migratoria estadounidense.

Según confirmó ABC News, las cancelaciones se realizaron de manera discreta y sin previo aviso, dejando en pausa la ciudadanía de personas procedentes de Venezuela, Irán y Afganistán, a pesar de que ya habían cumplido todos los requisitos legales para convertirse en ciudadanos.

De acuerdo con fuentes consultadas por el medio, las ceremonias que debían celebrarse a finales de esta semana fueron canceladas sin explicaciones ni notificaciones formales para los afectados.

La interrupción de estos actos ocurre en un momento en que el gobierno federal ha ordenado frenar también las decisiones de asilo, medida tomada después del asesinato de una soldado de la Guardia Nacional a manos de un inmigrante afgano.

Desde entonces, la Casa Blanca ha sostenido que este caso justifica revisar y restringir de forma amplia todos los beneficios migratorios, incluidas las naturalizaciones.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) declaró al citado medio que la administración está revisando “todos los beneficios migratorios otorgados por la administración Biden a extranjeros de países de interés”, lo cual refuerza la idea de que la ciudadanía dejó de ser vista como un proceso garantizado para quienes cumplen la ley y pasó a depender de criterios políticos definidos desde el Ejecutivo.

“La Administración Trump está haciendo todo lo posible para garantizar que quienes se conviertan en ciudadanos sean los mejores entre los mejores”, afirmó el funcionario.

Paralelamente, un abogado de inmigración aseguró al medio que también se han suspendido entrevistas de naturalización para personas provenientes de esos mismos países, otra vez sin dar argumentos oficiales.

La nueva lista de prohibición de viajes, que abarca 19 naciones, incluye a Afganistán, Irán, Haití, Somalia, Venezuela y Cuba. Sobre este punto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, afirmó haber recomendado al presidente ampliar aún más el listado, aunque no mencionó qué países estarían bajo consideración.

El impacto de estas medidas se extiende más allá de quienes ya tenían fechas programadas. El mensaje que envía el Gobierno es que determinará quién puede avanzar o no en su proceso migratorio, basándose en criterios cada vez más amplios y politizados.

Noem ha usado incluso un lenguaje abiertamente despectivo hacia inmigrantes provenientes de ciertos países, incluyendo Cuba, a quienes ha calificado como “asesinos, sanguijuelas y adictos a las prestaciones sociales”, mientras impulsa la idea de una prohibición total de entrada para naciones que, según ella, “inundan” EEUU de extranjeros.

Si bien hasta el momento no se ha informado de cubanos directamente afectados, la presencia de Cuba en la lista de países restringidos coloca a miles de migrantes de la isla en una posición vulnerable.

Esto podría implicar revisiones adicionales, demoras inesperadas o la suspensión de trámites que estaban en curso. El clima actual se produce en medio de un recrudecimiento general de las medidas migratorias.

 

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha endurecido procedimientos que afectan incluso a inmigrantes legales, para quienes ha dirigido campañas desestimando la validez de su estancia en el país, pese a que este fue fundado por inmigrantes.

Recientemente, USCIS aumentó los procesos sujetos a nueva revisión, y lanzó advertencias sobre la posibilidad de suspender o revaluar beneficios migratorios previamente otorgados.

La instancia admitió abiertamente que no existe distinción entre migrantes legales e ilegales, una postura que más tarde fue secundada por el propio Trump, quien admitió que busca expulsarlos a todos.

En este contexto, la cancelación de ceremonias de ciudadanía se convierte en un síntoma más de la tendencia restrictiva. Mientras miles de inmigrantes esperan que sus casos avancen, la decisión del Gobierno reafirma un rumbo en el que los beneficios migratorios pueden detenerse de un momento a otro, incluso para quienes habían completado todos los pasos exigidos por la ley.

 

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