La última actualización del sistema operativo de Apple está habilitado para grabar las conversaciones de los usuarios, con el asistente virtual Siri.
Esto, a su vez, significa que los trabajadores de la empresa estadounidense podrán escuchar y revisar los intercambios telefónicos, a menos que los clientes opten por no permitirlo.
De acuerdo con reportes del diario británico The Daily Mail, la compañía especializada en el diseño y producción de equipos electrónicos, software y servicios en línea ha reanudado el uso de humanos para revisar los comandos y el dictado de Siri, mediante la última actualización de software para iPhone iOS 13.2.
El pasado mes de agosto, ante quejas por “problemas de privacidad”, Apple suspendió esta práctica y se disculpó por usar personas en lugar de máquinas para revisar audios.
Incluso, el director de la compañía, Tim Cook, aseguró que “la privacidad es un derecho humano fundamental”.
¿Cómo evitar esto?
Al parecer, los decisores de la entidad han cambiado nuevamente de parecer. Ahora, Apple lo que ha optado es por “avisar” a los consumidores antes de instalar el iOS 13.2. Las personas pueden elegir “No ahora” para rechazar el almacenamiento y la revisión de audios.
Los usuarios que, por el contrario, habiliten esta opción podrán también desactivarlo más tarde en la configuración del teléfono.
Supuestamente, esto deberá ayudar a la compañía a mejorar sus servicios de inteligencia artificial. No obstante, el uso de humanos para escuchar grabaciones es una práctica “preocupante” para varios expertos, quienes consideran que esto podría aumentar las posibilidades de que un empleado o contratista -no autorizado- filtre información delicada.
Una práctica preocupante en la industria
Apple tampoco es la única inmersa en toda esta situación. Recientemente, Google reinició la práctica en septiembre, después de tomar medidas similares para asegurarse de que los usuarios estuvieran de acuerdo.
Mientras que en septiembre, Amazon dijo que los clientes de su asistente digital, Alexa, podrían solicitar que las grabaciones de sus comandos de voz se borren de manera automática.
