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“En Cuba la libertad de expresión no existe”: influencer mexicana acosada por la Seguridad del Estado

La influencer mexicana Paola Castillo explicó por qué en sus videos y publicaciones sobre su visita a Cuba solo mostró la “parte bonita” de la Isla.

Tras ser blanco de múltiples críticas y cuestionamientos por parte de cubanos y exiliados, la creadora de contenido publicó un video en su Facebook, dando su versión de los hechos.

En redes sociales, usuarios la señalaron por darle promoción a la Isla y fomentar el turismo, siendo que todos los recursos del turismo extranjero van a manos de la dictadura y le permiten mantenerse.

La productora del sitio Badabun, explicó que, al llegar a La Habana, fue detenida junto con su equipo “como unos delincuentes”, por agentes que se identificaron como de la Seguridad del Estado.

Las autoridades cubanas los interrogaron durante 40 minutos, la buscaron en internet, y les preguntaron sobre su equipo de grabación.

“Ellos buscaron mi nombre y vieron que había algunos videos en los que yo hablaba mal de su gobierno”, declaró la joven mexicana.

Tras el interrogatorio, se les permitió la entrada al país en calidad de turistas, aunque ella y su equipo habían viajado con la intención de trabajar.

“Nos dijeron que teníamos que reportarles cada lugar al que nosotros íbamos. Que no teníamos permitido hablar con las personas de allá. Que no teníamos permitido grabar en las calles, únicamente teníamos que hacer lo que hacen los turistas: ir y ver la parte bonita”, detalló Castillo.

Asimismo, agregó que en su momento esto le dio mucho miedo “porque nunca me habían detenido al entrar a un país. Nunca me habían detenido por algo que haya dicho”.

“Si creemos que la libertad de expresión en México está cerrada, está obsoleta, en Cuba la libertad de expresión no existe”, expresó.

Ya en la Isla, el equipo no abandonó el objetivo de trabajar, aunque solo con la cámara del teléfono en mano y visitando ‘cosas turísticas’, pues debían pasar por viajeros comunes.

“Nos siguieron la pista a cada lugar al que nosotros íbamos. Nos siguieron la pista a cada lugar donde nos hospedábamos. Teníamos que entregar nuestros pasaportes y declarar que estábamos ahí, para que ellos les reportaran a las personas del Estado, que efectivamente estábamos donde decíamos, que no mentíamos, y que no estábamos haciendo otra cosa”, agregó.

Castillo indicó que su objetivo era mostrar “las dos realidades” de Cuba, lo cual le fue imposible, sin embargo, nada de esto lo publicó o lo expuso, sino hasta que le llovieron las críticas.

La influencer afirmó que solamente pudo entrevistar a comerciantes locales de las zonas turísticas, quienes le pidieron promocionar el destino por vivir de lo que les dejan los viajeros.

“Por una parte, claramente entiendo a las personas y su enojo, que no quieren más turismo porque sé para dónde se va todo ese dinero. Pero, por otra parte, están las personas que me pedían que los grabara, que grabara su negocio, porque viven del turismo”, concluyó.

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