La cada vez más popular actriz cubana Ana Celia de Armas reveló en entrevista con The Hollywood Reporter qué piensa sobre la corriente feminista que está reivindicando el papel de la mujer en la industria del entretenimiento estadounidense.
Ana contó al portal especializado que cuando llegó por primera vez a los Pinewood Studios de Londres para filmar “No Time to Die”, la vigésimo quinta entrega de la franquicia de James Bond, estaba un poco deslumbrada, aunque no por el hecho de conocer a Daniel Craig, su protagonista.
Sucedió cuando entraba en una reunión con el director Cary Joji Fukunaga, quien estaba conversando con la actriz y realizadora británica Phoebe Waller-Bridge, creadora de “Fleabag” y “Killing Eve” que había sido contratada para aportar una nueva perspectiva femenina (y algo de humor) al guion de la película.
“Vi a Phoebe y me sonrojé; me puse roja como un tomate” dice De Armas, de 31 años. “Pensé: ‘Dios mío, ¿puedo abrazarte? Quiero ser tu amiga’”, añadió.
La coprotagonista de De Armas, Lashana Lynch, tuvo una reacción similar cuando se enteró de la participación de Waller-Bridge. “Literalmente chillé cuando escuché su nombre por primera vez”, dijo la actriz, de padre jamaiquinos.
El contexto nunca ha sido tan crítico para una película de Bond. Cuando se lance el 10 de abril, con un presupuesto de 250 millones, “No Time to Die” serán la primera entrada de la serie en aterrizar en un mundo con las protestas feministas de #MeToo y Time’s Up.
Y si bien la franquicia es famosa por el agente mujeriego, el director Fukunaga (de “True Detective”, “Beasts of No Nation”) y la productora Barbara Broccoli han trabajado duro con Lynch y de Armas para crear un nuevo tipo de personaje femenino de Bond, mucho más plenamente realizado que las “chicas Bond” de películas pasadas.
“[Las mujeres] han sido sexualizadas anteriormente, un estereotipo, un tipo de mujer que siempre estará en peligro y esperando ser rescatada por Bond”, dijo Armas.
Estas dos estrellas en ascenso no tienen mucho en común cuando se trata de Bond. Una nació en Cuba, la otra en Londres. Pero ambas tienen raíces vinculadas a esta última entrega, que se desarrolla en Cuba y Jamaica. Y a través de sus personajes, están ayudando a redefinir lo que significa ser una heroína Bond.
“Es bastante obvio que hay una evolución en el hecho de que Lashana es uno de los personajes principales de la película y usa los pantalones, literalmente. Yo uso el vestido. Ella usa los pantalones”, opinó la cubana.
Durante décadas, las chicas Bond han sido un complemento atractivo que cautiva a Bond y luego es desechada. En 1964, Pussy Galore (Honor Blackman) dice a Bond repetidamente que no le interesa, pero el agente la tira al suelo y la besa de todas formas. En la de 1971, Bond le quita un top de bikini a Marie (Denise Perrier) y la estrangula con él.
“Lashana y Ana tienen esa combinación mágica de un rango de actuación notable combinado con un carisma innegable”, dice Jonathan Glickman, presidente de MGM Motion Picture Group, y señala que el equipo detrás de Bond está “comprometido a continuar aportando talentos emergentes que permiten las películas para ampliar su relevancia”.
