Estudiantes obligados a morder su pan para evitar reventa en Santiago de Cuba

En un intento por lidiar con la reventa de meriendas escolares entre estudiantes, las autoridades de Santiago de Cuba han implementado una peculiar medida, pues los alumnos de Secundaria Básica deberán morder el pan de su merienda antes de salir del aula.

Según indicó el medio independiente Diario de Cuba, esta acción será supervisada por el personal docente de cada institución, y deja en evidencia la gravedad de la crisis económica que azota al país, donde es cada vez más difícil encontrar comida.

Al exigir que los alumnos muerdan su pan, las autoridades pretenden frenar la práctica extendida de venderlo, algo que los estudiantes han hecho desde hace tiempo para mejorar un poco su situación económica.

De acuerdo con el citado medio, el vender el pan de la merienda es un signo de la actual crisis económica que afecta a la Isla, pues se hace para afrontar la inflación y poder tener un poco de dinero para necesidades como el transporte y artículos de aseo.

Una estudiante de la secundaria ‘Rubén Bravo’, identificada como Lisandra Ordoñez, relató al medio de prensa que ella y sus compañeros comenzaron a vender los panes en octubre del 2023, esto luego de ver que podía ayudar con algunos gastos.

“Primero lo hacíamos los amiguitos más cercanos, luego el grupo completo. Todos los días uno solo de nosotros recibe los ingresos de la venta”, expresó.

Otra alumna, identificada como Liena Peñalver, indicó que este dinero ayudaba a la hora de adquirir productos básicos como champú y otros productos de aseo, mientras que para los demás, el dinero servía para transporte y efectuar actividades recreativas en la Isla.

El citado medio también entrevistó a algunos padres, los cuales han tomado la medida con escepticismo y descontento.

Una de las madres de familia indicó que la disposición “ataca las consecuencias y no las causas de un problema creado por la debacle de la economía y la agudización de la pobreza”, mientras que otros padres califican esta acción como “absurda y contraproducente”.

“Los daños provocados por el déficit de nutrientes en jóvenes a cuyos padres les falta dinero para asegurarles una dieta adecuada tienen múltiples consecuencias para su futuro”, indicó el Dr. Rafael, quien tiene un hijo en secundaria.

Para el galeno, obligar a los adolescentes a comerse esta merienda no resuelve el problema de fondo, en especial cuando la calidad de dicho alimento va en caída.

El medio independiente dejó en claro que, lejos de ayudar, la medida simplemente dejaba en evidencia la gravedad de la crisis alimentaria que había en la Isla, esto mientras los estudiantes iban a segur buscando maneras de aliviar sus problemas económicos.