NOTICIAS DE CUBA

Exposición prolongada al sol puede traer graves consecuencias en la salud

Día a día, y quizás sin tomar consciencia de ello, nos exponemos a la acción de los rayos solares; cuando vamos a la playa y nos dedicamos a recibir el sol o incluso en los momentos cotidianos (como caminar al trabajo) el sol siempre está presente brindándonos, su calor característico y necesario.

Y aunque son más las ocasiones en las que no le prestamos atención a este hecho en particular, es importante conocer y tomar conciencia de que una exposición prolongada a los rayos solares puede traer consecuencias graves sobre nuestra salud.

De esta manera lo ha afirmado Antonio Leyva Islas (Jefe del Servicio de Nutrición del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos”), quien declaró que la excesiva exposición a los rayos solares puede traer daños en el organismo que van desde leves hasta graves; generando afectaciones multiorgánicas, viéndose comprometidos órganos vitales como cerebro, corazón, riñones y músculos.

Según lo que explica Leyva Islas, la piel funciona parecido a un radiador de automóvil: para poder perder calor genera una vasodilatación que exige un poco más del sistema cardiovascular, aumentando la frecuencia cardíaca.

Cuando esta demanda es demasiada a consecuencia de un aumento excesivo de temperatura, el organismo va descompensándose, desencadenando diversas afectaciones; entre las alteraciones que se pueden padecer se pueden mencionar confusión, agitación, problemas en la dicción, irritabilidad, delirio, convulsiones y estado de coma.

Una de las consecuencias más graves es el llamado golpe de calor; que no es más que un trastorno desencadenado en el organismo cuando la temperatura corporal alcanza los 40 grados centígrados (que es mayor a lo que el sistema nervioso central puede soportar), colapsando de esta forma los mecanismos de termorregulación.

El padecimiento de este trastorno es una urgencia médica, ameritando una atención inmediata, debido a que la prolongación de este cuadro puede traer graves complicaciones (afectando al cerebro, corazón y riñones) e incluso la muerte.

Al sufrirlo, lo más recomendable es llevar a la persona a un lugar fresco, e incluso meterlos a una bañera o ducharlos con agua fría para procurar disminuir la temperatura corporal.

Las personas más propensas a padecerlo son los niños menores de 5 años y los adultos mayores; así mismo su desencadenamiento en ellos es mucho más graves, pues se descompensan mucho más rápido que una persona de edad promedio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas