Fallece bebé de dos años por negligencia médica en Camagüey
El caso muestra una vez más la poca preparación de los médicos cubanos, ni siquiera supieron diagnosticarle dengue
Un niño de dos años falleció en el municipio de Camagüey tras una cadena de posibles negligencias médicas ocurridas entre el 7 y el 8 de julio, según reportes de fuentes sanitarias y medios independientes.
El menor, residente en el área de salud Finlay, fue atendido inicialmente por un médico residente sin la supervisión de un especialista, como exigen los protocolos, y no fue remitido formalmente al hospital pediátrico.
La información fue obtenida por el periodista independiente José Luis Tan Estrada, a partir de una fuente de Salud Pública, que le dejó saber que todo estuvo mal desde la canalización del menor.
La atención médica comenzó en un policlínico de la zona, donde solo estaba presente un médico residente en el cuerpo de guardia. Esta situación incumple las normas que requieren la presencia de un profesional especializado.
Al no recibir una remisión oficial, los padres trasladaron al menor por sus propios medios al hospital pediátrico al día siguiente. Allí tampoco se le realizaron análisis clínicos ni se identificó un diagnóstico claro, por lo que fue enviado nuevamente a su casa.
Horas después, el niño presentó vómito con sangre y falleció a causa de complicaciones derivadas de dengue hemorrágico, una enfermedad que requiere tratamiento urgente.
Una fuente cercana al caso confirmó que hubo fallas en el proceso de atención, tanto en el policlínico como en el hospital, incluyendo la falta de personal capacitado y la omisión de pruebas clínicas necesarias.
La comunidad exige una investigación completa y que se responsabilice a las autoridades de Salud por lo ocurrido. Hasta ahora, el Ministerio de Salud Pública no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el caso.
Este hecho se suma a otras denuncias recientes sobre deficiencias en el sistema sanitario cubano. En junio, una familia denunció la muerte de un niño de 11 años en La Habana, por un diagnóstico equivocado que retrasó el tratamiento de una apendicitis perforada, un padecimiento sencillo y de rutina.
En Santiago de Cuba, un bebé de dos meses falleció poco después de recibir una vacuna, en un caso donde también se omitieron estudios clínicos y vigilancia adecuada.
Estos incidentes reflejan fallos estructurales del sistema de salud en Cuba que han sido denunciados en múltiples ocasiones: escasez de personal calificado, falta de recursos médicos, errores en los diagnósticos, retrasos en hospitalizaciones urgentes y ausencia de seguimiento después del alta médica.
