El médico personal del papa Francisco, Fabrizzio Socorsi, ha fallecido este sábado 9 de enero y según aseguran medios del Vaticano, el deceso se debió a complicaciones asociadas al coronavirus.
De acuerdo con la agencia de noticias DW, el médico de 78 años, estaba ingresado en el hospital Agostino Gemelli de Roma desde el 26 de diciembre por una patología oncológica (cáncer), pero la causa del fallecimiento se debió pulmonía vinculada al virus SARS CoV-2.
Socorsi había sido elegido como médico personal por Francisco en 2015, cuando era consultor de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano y director emérito de Hepatología del Hospital San Camilo de Roma.
“De acuerdo al perfil difundido por la Santa Sede, Soccorsi, nacido en Roma, se licenció en Medicina y en Cirugía en la Universidad ‘La Sapienza’ de Roma en 1968 y ha desarrollado una ‘amplia actividad profesional y docente’”, explica por su parte El Universal.
Asimismo, añade que Socorsi “ha dirigido el departamento de enfermedades del hígado, del aparato digestivo y nutricionales del Departamento de medicina interna y fue especialista del Hospital de San Camilo Forlanini, en la capital italiana”.
El papa Francisco se vacunará contra el coronavirus
El papa Francisco anunció que se vacunará contra el coronavirus “la semana que viene”, al tiempo que denunció el “negacionismo suicida” de quienes se oponen a ese remedio contra la pandemia.
El sumo Pontífice dijo a través de una entrevista con la cadena italiana Canale 5, difundida parcialmente este sábado, que “la semana que viene empezaremos a hacerlo (vacunarse), ya tengo mi cita. Hay que hacerlo”, insistió.
Según el líder de la Iglesia Católica existe “un negacionismo suicida que no consigo explicar. Creo que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros”, explicó en esa entrevista.
Para sustentar su apoyo a las vacunas anticovid, recordó que “cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomelitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna (…) Cuando llegó la vacuna la daban con azúcar”.
Y asímismo, afirmó que la sociedad ha crecido a “la sombra de las vacunas, contra el sarampión, contra esto, contra aquello… vacunas que se daban a los niños”, recordó.
“No sé porqué algunos dicen: ‘No, la vacuna es peligrosa’. Pero si los médicos la presentan como algo que puede ser bueno, que no presenta riesgos particulares, por qué no hacerlo”, cuestionó el Papa.
