Papa León XIV: nacido en Chicago, pero con inesperadas raíces cubanas
El linaje materno del Pontífice lo conecta con un joven que nació en la capital antillana en el siglo XVIII, antes de que emigrara a EEUU

El nuevo líder del Vaticano, el Papa León XIV, nacido en Chicago como Robert Francis Prevost, tiene una conexión inesperada con Cuba, según una investigación genealógica publicada por el diario español El Mundo.
La pesquisa revela que uno de sus antepasados directos nació en La Habana en el siglo XVIII, lo que establece un vínculo histórico y personal entre el líder de la Iglesia Católica y la Mayor de las Antillas.
El linaje materno del Pontífice lo conecta con Manuel José Ramos, un joven habanero nacido en 1760, el cual, aun siendo menor de edad, emigró con destino Nueva Orleans, que en ese entonces era una colonia española.
Sus padres, Vicente Ignacio Ramos y María Bastos, también habaneros, formaban parte de la sociedad colonial de La Habana, clave para el Imperio español en esa época.
Además, la relación familiar se fortalece con la figura del tatarabuelo del papa, Jacques Martínez (o Martino), nacido en la Isla, quien se casó con la cubana Marguerite Cadeneth.
El certificado de defunción de su hijo, James Jacques Martínez, confirma que este, quien sería el bisabuelo materno de León XIV, contrajo matrimonio con Marie Rosa Ramos y continuó la tradición familiar de establecerse en Nueva Orleans, como lo hizo su antepasado en el siglo XVIII.
El papa ha visitado Cuba en más de una ocasión
La relación del Papa con Cuba no se limita a la genealogía, pues Robert Prevost visitó la Isla en varias ocasiones antes de su elección pontificia.
Su primera visita registrada fue en 2008, cuando era Prior General de los agustinos. En Chambas, Ciego de Ávila, compartió con comunidades humildes, ganándose respeto por su sencillez.
El obispo de Holguín, Emilio Aranguren, recordó que “indudablemente, que el hoy León XIV dejó una huella de sencillez, de cercanía, de gozo al ver cómo sus hermanos estaban evangelizando y sirviendo el amor de Dios en medio de una realidad tan necesitada”.
Su vínculo institucional también fue relevante. Gracias a su gestión, los frailes de la Orden de San Agustín, expulsados por el régimen comunista en 1961, pudieron regresar a Cuba tras más de cuatro décadas de ausencia.
Este avance se concretó después de un encuentro en Roma en 2006 entre Prevost, Aranguren, y el fallecido Cardenal de La Habana, Jaime Ortega.
En su última visita, una fotografía poco conocida muestra al Papa en La Habana junto al joven activista cristiano Harold Cepero Escalante, fallecido en 2012 junto al opositor Oswaldo Payá. La imagen simboliza, para muchos, la profunda conexión de León XIV con la realidad social y política cubana.