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Fallece en EEUU Paul Alexander, el hombre del “pulmón de acero”

Alexander vivió más de 70 años confinado al peculiar dispositivo, el cual le permitió respirar pese a estar paralizado del cuello para abajo

Paul Alexander, el hombre que vivió más de 70 años confinado a una cámara de respiración artificial, denominada popularmente como “pulmón de acero”, falleció este lunes 11 de marzo.

El hermano del sobreviviente, Phillip Alexander, anunció el deceso a través de su página en la organización de recaudación de fondos GoFundMe, donde recolectaba dinero para el mantenimiento de su hermano y la máquina que lo mantenía con vida.

Según indicó, Paul, de 78 años, se contagió en febrero de COVID-19, algo sumamente delicado tanto por su edad, como por su condición, pues la falta de capacidad respiratoria es la que lo mantenía dependiente del “pulmón de hierro”.

“Estoy muy agradecido a todos los que hicieron donaciones para recaudar fondos para mi hermano, le ha permitido vivir sus últimos años sin estrés. También servirá para pagar su funeral en estos momentos tan difíciles. Es absolutamente increíble leer todos los comentarios y saber que tanta gente se sintió inspirada por Paul. Estoy muy agradecido”, escribió en el perfil de GoFundMe dedicado a su hermano.

Alexander era el último sobreviviente de la Polio confinado a una de cámara de respiración. Con solo 6 años, Alexander, residente de Texas, enfermó de poliomielitis en 1952 y quedó paralizado del cuello para abajo.

El único tratamiento posible para mantenerlo vivo era meterlo en una cámara de metal, conocida como “pulmón de acero” o “pulmón de hierro”, donde debía permanecer acostado el resto de su vida.

En marzo de 2023, el Récord Guinness declaró a Alexander el paciente con pulmón de acero que más tiempo había sobrevivido en la historia.

A pesar de tener prácticamente todo el cuerpo paralizado y de no poder abandonar la habitación en la que se encontraba su cama respiratoria, sus limitaciones no le impidieron cumplir sus sueños: Alexander se licenció en Derecho y dirigió su propio bufete de abogados.

Gran aficionado a la literatura, Paul también se desempeñó como escritor, y publicó el libro “Tres minutos para un perro”, una memoria de su vida. Además, como activista, organizó una sentada por los derechos de las personas con discapacidad.

“Su historia se hizo mundialmente conocida, influyendo positivamente en personas de todo el mundo. Paul fue un modelo increíble que seguirá siendo recordado”, escribió el martes Christopher Ulmer, creador de GoFundMe.

Hasta ahora no se ha revelado la causa oficial de su muerte, aunque se presume que podrían ser las secuelas del COVID-19, pues a finales de febrero fue ingresado de urgencia en un hospital de Dallas, Texas, donde residía, por esta enfermedad. Fue dado de alta, pero le costaba comer y beber.

Inventado durante la década de 1920 en Estados Unidos, que entonces sufría un severo brote de poliomielitis, se creó el “pulmón de acero”, un enorme ventilador que ayudaba a respirar a las personas afectadas por esta enfermedad, que puede infectar la médula espinal, provocando parálisis.

Para 1959, más de 1200 estadounidenses dependían de esta cámara de metal para mantenerse con vida, aunque por lo mismo, su esperanza de vida no era muy alta.

El aparato es una cápsula hermética que toma oxígeno y permite que los pulmones se expandan y, así, el paciente pueda respirar. Para 2014, solo había ya 10 personas usándola, Paul era el último de ellos.

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