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Fallece médico cubano en París después de haber sido expulsado de la misión en Mauritania

Juan Manuel Obana Borges médico cubano expulsado de la misión del régimen en Mauritania, falleció en un aeropuerto de la París, capital de Francia, donde llegó para pedir asilo, según informa el portal web de Diario de Cuba.

El lamentable suceso ocurrió el pasado 11 de septiembre en “extrañas circunstancias”. Según se ha podido comprobar, Obana Borges, de 47 años y natural de Baracoa, trabajaba en un hospital de Nuakchot, capital de Mauritania, como especialista en terapia intensiva y medicina interna.

Fuentes cercanas al galeno explicaron al citado medio que, días antes de su exclusión de la Brigada Médica, había tenido “desavenencias” con el director del hospital por causa del tratamiento aplicado a una embarazada con un tromboembolismo pulmonar.

“El director del hospital le exigió que le diera el alta a la paciente, algo a lo que Juan Manuel se negó. Al día siguiente, le exigió que la trasladara a un hospital a 300 kilómetros, cosa a la cual también Juan Manuel se opuso”, señala la fuente que pidió anonimato, pero es casi seguro que se trata de un compañero de profesión.

La dirección de la misión cubana en Mauritaria no apoyó a su médico y, en cambio, lo expulsó de la misión iba regreso a Cuba cuando el avión hizo escala en Paris.

En el aeropuerto Charles de Gaulle, el especialista sufrió un primer infarto, por lo cual perdió el avión con destino a Cuba. Todo indica que el doctor fue sorprendido por una segunda necrosis isquémica, la cual resultó mortal. “A pesar de que lo reanimaron, no pudo recuperarse”, detalló la fuente

“Al aeropuerto de París llegó, y parece que le dio un primer infarto y perdió el avión que venía para Cuba. Un segundo infartó lo sorprendió y fue el definitivo. A pesar de que lo reanimaron, no pudo recuperarse”.

“Amigos comunes me cuentan que él contactó con alguien para desertar en el aeropuerto, tenía personas afuera que lo iban a ayudar”, relató a DIARIO DE CUBA Emerson Moreno, quien fue compañero de estudios del fallecido y mantenía comunicación con él por Facebook.

El mismo hombre asegura que el médico “pidió asilo político en Francia. El agente de Inmigración demoró unas tres horas y, al final, lo que le dijo fue que le ofrecían solamente regresar a Cuba o irse a Rusia. Parece que Francia le negó el asilo directamente. Una hora más tarde lo encontraron muerto en un baño del aeropuerto y le diagnosticaron un infarto”.

“La información sobre el traslado del cadáver ha sido escasa. La atención aquí hacia la familia ha sido escasa. Está a nivel de embajada. La realidad es que la mayor información la hemos tenido a través de una logia masónica a la que pertenecía Juan Manuel”, explicó al medio citado un miembro de la parentela.

“Lo único que pedimos la familia es justicia para lo que sucedió. Le causaron un estrés que fue incompatible con la vida. Era un hombre fuerte, joven, de 47 años. Y este suplicio parece que va a durar una semana más, hasta que llegue el cadáver”, concluyó.

La exportación de profesionales de la salud y los servicios en general es la principal fuente de divisas de la maltrecha economía nacional. A esos cubanos el régimen los tiene en una especie de esclavitud moderna, pues de queda hasta con el 75 por ciento de sus salarios.

En 2018, La Habana mantenía más de 34.000 médicos en 66 países. Según las cifras oficiales, ese año los ingresos por ese negocio fueron de 6.400 millones de dólares.

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