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Félix Semper: El artista cubano que enamoró a Thalía

Félix Semper es un artista plástico que nació en Cuba, creció en España y hoy día está asentado en Carolina del Norte. Este latino sobrevivió a una difícil crisis en 2008 que lo dejó desempleado pero que le abrió la puerta a un talento que hoy lo lleva a conquistar el corazón de los famosos.

Y es que Semper está dedicado desde hace unos años a crear esculturas de papel de estrellas destacadas y hoy por hoy conquistó el corazón de una de las mexicanas más queridas en el mundo: Thalía.

El artista cubano creó una escultura plegable de Thalía, hecha con miles de hojas de papel y su creación se ha viralizado en las redes sociales. 

Lo mejor de todo es que su obra maestra no pasó desapercibida ante los ojos de la actriz, pues ella le respondió a través de su cuenta en Instagram.

“Dios mío, soy elástica, me encanta absolutamente, gracias por hacer esta fabulosa pieza de mí”, expresó enamorada de la obra, la cantante mexicana desde su cuenta en IG.

Semper es conocido por crear esculturas de papel “tipo acordeón” con un realismo sorprendente al ojo crítico y guardando el más mínimo detalle.

El artista, en su estudio de Greensboro, Carolina del Norte, pega hojas de papel capa por capa y crea objetos cotidianos y personajes de la cultura. 

La escultura es una pieza que forma parte de la colección que ha realizado y que las despliega como si fueran un acordeón. Cuando esto ocurre, deja a todos boquiabiertos porque nadie imagina a simple vista, de qué están hechas. Se trata de miles y miles de hojas de papel. De ahí que con frecuencia se diga que ha redefinido el concepto de escultura tal y como lo conocíamos.

“Para mí, una escultura no es algo estático ni aburrido, sino algo que está vivo, en movimiento”, narró el cubano a un medio de Barcelona.

Desde que era un jovencito, este maestro del papel nacido en Cuba pero criado en España y Miami -y asentado, desde hace 18 años, en Carolina del Norte- nunca había hecho de su talento una profesión hasta hace apenas seis años. 

Su increíble idea nació después de trabajar en una imprenta y, posteriormente, emprender un negocio de construcción de casas. En 2008, cuando llegó la crisis, los bancos no le querían financiar, y las deudas se fueron acumulando, así que no le quedó más remedio que declararse en bancarrota.

“Ahí fue cuando empecé a pensar qué hacía con mi vida, porque tenía una familia que mantener”, recordó en su entrevista con el medio español.

En un primer momento, empezó a dibujar como vía de escape: “Dibujando me sumergía en un mundo de fantasía en el que yo podía escapar de la vida real”. Pero el impulso definitivo llegó un día de nieve intensa, cuando Semper, aburrido de estar en casa, salió al exterior para hacer un muñeco como los que había visto en las películas. El resultado fue tan impresionante, que se dijo a sí mismo que tenía que potenciar su talento natural.

 

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