ESTADOS UNIDOS

Florida elimina el uso obligatorio de mascarilla en aeropuertos y otros transportes

El estado de Florida, Estados Unidos, anuló la obligatoriedad para utilizar mascarilla en aeropuertos y otras formas de transporte, declarándola “ilegal”.

Según las leyes del estado, ahora las compañías e instituciones no podrán forzar a sus usuarios o trabajadores a usar este método de protección contra el COVID-19.

La jueza federal de distrito, Kathryn Kimball Mizelle, quien tomó la medida, afirmó que la agencia nacional de salud pública “se excedió” en sus poderes legales al emitir el mandato, informó BBC.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU extendieron la semana pasada la exigencia del uso de mascarilla hasta el 3 de mayo.

Mizelle tiene su sede en Florida, pero los jueces federales pueden emitir fallos que bloqueen las políticas gubernamentales decretadas a nivel nacional.

Su decisión elimina efectivamente el requisito de mascarilla en todos los aeropuertos, trenes, buses, taxis, y terminales de tránsito.

Esto expone, no solo a los viajeros que sí buscan protegerse, sino a los trabajadores que no tienen opción más que tratar con pasajeros, a los que ya no pueden negarse a transportar por no tener mascarilla.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, calificó la decisión como “decepcionante”, y señaló que los CDC aún recomiendan a los viajeros que se cubran la boca y la nariz.

La semana pasada, el director general de servicios de salud de EEUU, Vivek Murthy, dijo que la obligatoriedad se extendió hasta mayo debido al aumento de los casos de COVID-19 en el país.

El país norteamericano registró este domingo una tasa de 97 contagios diarios en el promedio de los últimos siete días, una ligera alza respecto a los 79.4 del 4 de abril.

Desde el inicio de la pandemia, tanto el gobierno como los ciudadanos de Florida se han portado renuentes a acatar las indicaciones de las autoridades de salud, tanto de su país como internacionales.

El gobernador del estado, Ron DeSantis, buscó bloquear muchas veces la obligatoriedad de la mascarilla, abrir los lugares públicos, y eliminar cualquier exigencia de prevención por parte de los gobiernos locales y de empresas privadas.

Asimismo, un gran sector de la población rehusó vacunarse, causando que el estado fuera el segundo con mayor tasa de contagios a nivel nacional, y saturando los hospitales.

Finalmente, la mayor permisividad mostrada por DeSantis, fue eliminar la exigencia de la vacuna anti-COVID-19 a sus ciudadanos, una medida que sí fue tomada tanto en otras entidades de EEUU, como mundialmente.

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