Gideon McKean, el bisnieto de 8 años del asesinado senador Robert F. Kennedy, fue encontrado sin vida el pasado miércoles, a 25 pies bajo el agua, en Maryland, Estados Unidos, informó el portal CNN.
De acuerdo con reportes del medio, los buzos del Departamento de Policía de Recursos Naturales también hallaron el cuerpo de la madre del menor, Maeve Kennedy de 41 años, a dos millas de la residencia de la familia en Shady Side.
Madre e hijo fueron vistos por última vez el jueves, 2 de abril, Chesapeake Bay, donde habían ido a pasar la cuarentena por el coronavirus (Covid-19). Al parecer, los dos tomaron una canoa, luego de que la pelota con que estaban jugando se cayó al agua y decidieron recuperarla.
Por el momento, los investigadores creen que el viento u otros factores climatológicos condicionaron que la embarcación se volteara e impidieran a las dos víctimas regresar a salvo a la orilla.
“De alguna manera, bien por la marea o por el viento, fueron arrastrados hacia la bahía abierta”, escribió en Facebook el viudo de Maeve, David McKean.
La maldición del clan Kennedy
Maeve M. Kennedy —una abogada especializada en temas de salud pública y derechos humanos— formaba parte de una de las familias más prestigiosas, influyentes y, a la vez, fatídicas de Estados Unidos.
Los Kennedy han sido protagonistas de algunos de los momentos más tétricos de la historia de la nación norteamericana. John Fitzgerald Kennedy, presidente de los Estados Unidos, murió en un atentado en Dallas, en 1963. Cinco años después, fue asesinado su hermano Robert en Los Ángeles, durante su campaña para ocupar la Casa Blanca.
En 1999, John Fitzgerald Kennedy, Jr., su esposa Carolyn y su cuñada Lauren, fueron las víctimas mortales de un horrendo accidente aéreo. El grupo se dirigía a la isla de Martha’s Vineyard, en la costa este. Y hace solo un año atrás, Saoirse Kennedy Hill, de 22 años —nieta del senador asesinado— murió producto de una sobredosis en Barnstable, Massachusetts.
Lo siento. Es muy lamentable. Alguien me lo comentó pero yo no lo crei.