La acción del hombre con la contaminación de los mares y ríos ha hecho mella en la fauna del planeta. Miembros de limpieza de Tailandia encontraron una tortuga que tenía atado a su cuerpo una banda elástica que posiblemente quedó alojada en su anatomía cuando era más pequeña.
La presión del objeto hizo que su cuerpo cobrara una forma similar a un reloj de arena. El hombre que la encontró cerca de la costa de la provincia de Chonburi, le tomó una foto y luego la liberó, no sin antes retirar la especie de “corsé” que cubría su caparazón.
“La pobre tortuga debe haber estado sufriendo desde que era pequeña. Si no la hubiéramos hallado, no sé qué hubiese ocurrido. No habría habido nadie para quitarle la banda elástica”, comentó el trabajador que la encontró.
No es la primera vez que este tipo de hechos insólitos suceden en Tailandia, el pasado 17 de agosto, una cría de dugongo falleció luego de haber sido cuidada desde abril por expertos marinos. Presentaban una infección debido a fragmentos de plástico en su estómago.
Además, iniciando el mes de junio, una ballena murió en Tailandia luego de vomitar cinco bolsas de plástico. Según reveló la autopsia, su estómago había sido obstruido por al menos 80 bolsas, más otros objetos que sumaban un peso de ocho kilogramos.
