Las autoridades del condado de Miami-Dade, en Florida, iniciaron con el juicio en contra de Miguel Ruiz Lobo, sospechoso de haber asesinado en 2014 a una niña de 11 años, hecho que se registró presuntamente en el vecindario de La Pequeña Habana.
El medio Local 10 News indicó que la primera audiencia fue utilizada para escuchar la llamada al 911 que Amaury Alvarenga, madre de la fallecida, realizó luego de encontrar su cuerpo.
La víctima, identificada como Martha, fue hallada con un cuchillo clavado en el cuello, así como con varios cortes en las muñecas. Su hermana, Stefanie Rivera, también vio el cuerpo de la fallecida en el apartamento ubicado en la 834 NW 4 St.
Luego de que arribaran las autoridades, estas intentaron reanimar a la menor, pero no pudieron hacerlo.
“Escuché y vi el aire que le estaba metiendo y saliendo por su cuello”, dijo el oficial Víctor Palacios al declarar ante e jurado.
Al respecto, la fiscal adjunta de Miami-Dade, Laura Adamas, sostiene que Ruiz mató a Martha Rivera como venganza en contra de Amaury Alvarenga, pues esta había terminado una relación amorosa que tuvieron.
El sospechoso habría cortado las muñecas de la menor para hacerlo pasar como un suicidio, sin embargo, un estudio forense reveló que los cortes en los brazos llegaban hasta los tendones, algo imposible de realizar durante un suicidio.
“No hay forma de que una víctima de suicidio vaya tan profundo, como para poder cortarse casi toda la muñeca del brazo”, declaró Manuel Orosa, quien era jefe de policía de Miami cuando ocurrió el crimen.
La investigación reveló varias pistas que señalaban a Ruiz Lobo como el principal sospechoso, pues su ADN fue encontrado debajo de las uñas de la menor, lo que significa que esta intentó defenderse.
De igual manera, una grabación de vigilancia muestra al sospechoso arribando al apartamento alrededor de las 10:30 a.m., marchándose media hora después.
Marisa Tinkler Méndez, jueza de circuito del condado de Miami-Dade, fue la encargada de presidir el juicio por asesinato en primer grado y robo ocupado. De ser encontrado culpable, el hombre podría recibir una sentencia de cadena perpetua o incluso la pena de muerte.
Es importante señalar que Ruiz Lobo se declaró inocente, y ha permanecido bajo custodia desde julio de 2014, cuando fue arrestado.
